La FAO aconseja que se aparten los gatos de las aves infectadas en las zonas donde haya habido H5N1

Se trata de medidas de precaución, que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aconseja llevar a cabo porque no es la primera vez que los gatos, felino e incluso otros mamíferos resultan infectados por la gripe aviar.

De ello fueron testigos los científicos que analizaron a varios tigres que en 2004 perecieron al comer pollo crudo infectado en un zoológico tailandés. Tenían la cepa H5N1, al igual que tres gatos hallados muertos el pasado año, en la isla de Ruegen, en el noreste de Alemania, donde ya se encontraron más casos de la enfermedad pero en aves.

En ese mismo lugar, también se confirmó el virus de la gripe aviar en una "marta", un mamífero carnívoro perteneciente a la familia de los mustélidos, que se alimenta de pequeños roedores y pájaros. En Austria también varios gatos dieron positivo al virus de la gripe aviar y Azerbaiyán, por su parte, confirmó la muerte de un perro por esta misma causa.

Según la FAO, los gatos pueden contagiarse al alimentarse de aves domésticas o silvestres enfermas, desarrollar la enfermedad de forma grave o incluso mortal y expulsar el virus a través de su aparato respiratorio o digestivo.

Para el subdirector general de la FAO, Alexander Müller, no sólo los gatos pueden actuar como intermediarios en la propagación del virus entre especies sino que al desarrollarse el virus H5N1 en estos felino “podría transformarse con más facilidad en una cepa más contagiosa que pueda disparar una pandemia”.

Sin embargo, Peter Roeder, experto en Sanidad Animal de la FAO, ha asegurado que cerca del 80 por ciento de los gatos de las zonas de Indonesia donde se han registrado brotes en enero no estaban infectados lo que indica, a su juicio, que los gatos parece que no son un reservorio del virus. “Da la impresión de que los gatos son más bien portadores finales del virus”, señala.

La FAO va a comenzar a estudiar sobre el terreno, en Indonesia y otros países, el papel de los felinos en la transmisión de la enfermedad y se ha mostrado contraria al sacrificio de gatos como medida para luchar contra la enfermedad ya que puede dar lugar al aumento de roedores que, según ha explicado, “sería perjudicial para la agricultura y a los humanos porque a menudo transmiten enfermedades”.