La explicación de los ataques de buitres es que éstos "pasan hambre" al desaparecer los depósitos de ganado muerto

Los buitres "pasan hambre" desde que, por imperativo legal, a raíz de la crisis de las vacas locas, desaparecieron los depósitos de cadáveres de ganado, lo que explicaría los últimos ataques a animales vivos que estas aves carroñeras han protagonizado en las últimas semanas en Cataluña.

En esta comunidad se han registrado en lo que va de año "entre diez y quince" ataques de buitres a cabezas de ganado aún vivas en comarcas como el Val d'Aran, Osona, Pallars Jussà o Cerdanya, dijo el jefe del Servicio de Protección de Fauna, Flora y Animales de Compañía del departamento de Medio Ambiente de la Generalitat, Jordi Ruiz.

El experto ha señalado que estos ataques no son extraordinarios, pues hace años que se registran ocasionalmente, si bien nunca habían coincidido tantos casos en un período tan corto de tiempo, teniendo en cuenta que sólo en las últimas semanas los ganaderos catalanes han denunciado cinco ataques a animales vivos de sus explotaciones.

El responsable de Fauna de Medio Ambiente ha subrayado que en todos estos casos los buitres, que "son una especie carroñera y no depredadora", han terminado con la vida de animales que acababan de dar a luz en partos complicados o que estaban gravemente enfermos.

"Los buitres serían incapaces de depredar, de atacar a un animal vivo y sano. Sólo atacan en casos de partos que han ido mal o a animales que se están muriendo. Nunca en la vida atacarían en un parto normal", ha asegurado Ruiz.

La situación no es única de Cataluña, pues también en otras comunidades con presencia de buitres se han registrado casos semejantes, como Aragón, Valencia, Navarra o Castilla León, donde la pasada semana un centenar de estas aves carroñeras atacó a una vaca y su ternero recién parido y acabaron con la vida de ambos en el valle de Mena, en el norte de la provincia de Burgos.

Para Jordi Ruiz, estos ataques tienen una explicación clara, y es la denominada crisis de las vacas locas, que llevó a muchos gobiernos, entre ellos el español, a cerrar los muladares (depósitos de cadáveres de ganado estabulado) y obligar a incinerar los animales muertos en las explotaciones ganaderas.

La desaparición de estos comederos, hasta entonces la principal fuente de alimento de las aves carroñeras, limitó la disponibilidad de comida de los buitres a los animales salvajes que morían en el campo de manera natural, lo que ha resultado no ser suficiente para saciar el hambre de aves como el quebrantahuesos, el alimoche o el propio buitre.

El jefe del Servicio de Protección de Fauna ha comentado, además, que en Cataluña, a diferencia de otras zonas de España, no se alimenta a los buitres, en primer lugar porque en los últimos años su población ha crecido de forma natural y porque "no existe interés en favorecer a unas aves sobre otras para que haya sobrepoblación".

Ejemplo de ello es que en tierras catalanas viven actualmente unas 400 ó 500 parejas reproductoras de buitres, cuando en comunidades vecinas "son millares", según Ruiz.