La plaga del mejillón cebra afecta ya a nueve comunidades autónomas
Con la detección del mejillón cebra en las cuencas del Júcar y del Segura, según datos revelados el pasado año y ratificados ayer en el Congreso por el secretario general para la Biodiversidad y el Territorio, Antonio Serrano, son ya nueve las comunidades autónomas que sufren la invasión de esta especie foránea que ocasiona graves perjuicios ecológicos y económicos.
Serrano respondía en la Comisión de Medio Ambiente a una pregunta de la diputada socialista María Luisa Lizárraga sobre las medidas adoptadas para contener la expansión de esta especie y los daños que provoca, que Lizárraga estima en 40 millones de euros hasta 2025. En su respuesta, el representante del ministerio que dirige Cristina Narbona informó sobre la próxima aprobación en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente de la estrategia que presentará la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza.
El mejillón cebra, originario de los mares Negro y Caspio, se ha extendido por las aguas continentales de Europa y Estados Unidos. Este pequeño molusco -unos 3 centímetros- crece en grandes masas, preferiblemente en aguas lentas o estancadas, obturando tuberías e instalaciones. No es comestible y provoca grandes desequilibrios ecológicos, ya que aumenta la densidad de materia orgánica y compite con otras especies autóctonas a las que desplaza.
En España apareció en 2001 en el bajo Ebro, extendiéndose después a otros niveles del cauce. En los últimos dos años se ha confirmado su presencia en las cuencas del Júcar y del Segura; en éste último, se ha detectado en diez localizaciones diferentes, incluyendo el canal del trasvase Tajo-Segura.