La AESA reafirma el riesgo para la salud del vacuno con hormonas
La Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA) afirmó ayer que el uso de hormonas para favorecer el crecimiento de los animales de vacuno implica riesgos para la salud de los consumidores, según un informe difundido en Bruselas.
La AESA, con sede en Parma (Italia), señaló que "no hay motivo para revisar" los informes anteriores de los científicos comunitarios, quienes en 2002 constataron ese peligro en el que la UE se basa para prohibir las importaciones de bovino tratado con hormonas del crecimiento.
La Comisión Europea (CE) pidió a los expertos de la AESA examinar si había nuevas informaciones científicas sobre la utilización de ciertas hormonas para promover el crecimiento o el aumento de peso de las terneras, con el fin de ver si se revisan o no las restricciones actuales.
El grupo de la AESA sobre contaminantes determinó que "faltan datos sobre los tipos y las cantidades de residuos de hormonas e la carne" sobre los que hacer estudios.
En consecuencia, "no es posible" determinar la influencia del uso a gran escala de esos tratamientos hormonales y la relación entre comer carnes rojas y ciertos tipos de cáncer relacionados con algunas hormonas.
La AESA añadió que nuevos datos muestran una relación entre la producción de vacuno con hormonas y efectos "indeseables" en especies de peces que viven en ríos a los que llegan desechos de agua originarias de tales explotaciones.