Recomendaciones de Colvema y la Consejería de Sanidad para protegerse frente a las picaduras de garrapatas, que pueden transmitir graves enfermedades a los humanos
La enfermedad de Lyme o la Fiebre de Crimea-Congo (que resulta mortal), son algunas de las más de 50 graves patologías humanas transmitidas por la picadura de garrapatas infectadas, las cuales se adhieren a cualquier parte del cuerpo, pero más a menudo a las partes húmedas o con pelo, tales como la ingle, las axilas y el cuero cabelludo.
Aunque todo el mundo es susceptible a las picaduras de garrapata, los veterinarios de campo o personas en contacto frecuente con animales de producción, los excursionistas, y las personas que trabajan en jardines y otros lugares frondosos al aire libre, corren el mayor riesgo de sufrirlas.
Además, es importante saber que la garrapata dispone en su saliva de una sustancia anestésica por lo que normalmente no solemos notar que nos ha picado y ello hace que muchas veces tardemos en descubrir que esta adherida a nuestra piel.
Por todo ello, es necesario protegerse y evitar su picadura, para lo que hay que tomar precauciones y, en caso de picadura, eliminar la garrapata de forma correcta (VER DÍPTICO INFORMATIVO) y siempre revisarse después de venir de zonas de riesgo, ya que su capacidad infectiva es muy baja en las 24 horas siguientes a la picadura.
Aunque antes la aparición de las garrapatas se asociaba principalmente con el verano, el cambio climático ha provocado que sigan activas en los meses aún cálidos de principios del otoño, o incluso hasta a fines del invierno si las temperaturas son inusualmente altas como está ocurriendo en España últimamente