Detectado un nuevo foco de 'lengua azul' en la localidad malagueña de Casares

El Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid) ha confirmado a la Consejería de Agricultura y Pesca los resultados analíticos que corroboran la existencia de un nuevo foco de fiebre catarral ovina -enfermedad animal denominada comúnmente 'lengua azul'- del serotipo 1 en una explotación de Casares (Málaga).

La explotación afectada tiene un censo total de 271 animales, de los cuales 53 son ovinos, 21 bovinos y 197 caprinos. De todos ellos, la enfermedad se ha desarrollado clínicamente sólo en el ganado ovino. En esta especie, se han detectado 18 animales con síntomas, de los que 3 han muerto.

El 14 de agosto la Consejería de Agricultura y Pesca fue informada por el titular de la explotación afectada de la sospecha de la enfermedad animal. Ese mismo día, los servicios veterinarios oficiales se personaron en el lugar y se realizó la toma de muestras. Las muestras fueron inmediatamente enviadas al Laboratorio de Sanidad Animal de Córdoba, que tras procesarlas emitió un resultado claramente positivo a la presencia del virus causante de la enfermedad. Posteriormente, las muestras se remitieron para su estudio al Laboratorio Nacional de Referencia, que ha confirmado el resultado.

El dispositivo de Vigilancia Epidemiológica establecido por la Consejería de Agricultura y Pesca para la detección precoz de la enfermedad, así como la colaboración del sector, está posibilitando la rápida aplicación de las medidas de control del virus.

Tras la confirmación del primer brote en Tarifa (Cádiz), la Consejería de Agricultura y Pesca publicó la Orden de 26 de julio de 2007, encaminada al aporte de garantía sanitaria al movimiento del ganado.

En el caso de este tercer foco de 'lengua azul' del serotipo 1, se han dado las órdenes oportunas para que sean investigadas las explotaciones en un radio de 20 kilómetros alrededor de la explotación afectada, a fin de determinar el nivel de implantación de la enfermedad en la zona. Para ello, se realizará una investigación clínica, epidemiológica y se tomarán muestras que serán analizadas en los laboratorios de Sanidad Animal de la Junta de Andalucía. Los animales clínicamente afectados se sacrificarán por razones de bienestar animal. En estos casos, los ganaderos podrán ser indemnizados por todos los animales que se sacrifiquen.

Asimismo, la Consejería de Agricultura y Pesca tiene a disposición del sector ganadero una línea de ayuda para la contratación de seguros que garantice la retirada de cadáveres de las explotaciones. Esta subvención alcanza más del 70 % del coste del seguro.