Seis animales muertos y dieciséis explotaciones afectadas por un brote de lengua azul en Casares (Málaga)

El brote de la enfermedad de lengua azul detectado en la localidad malagueña de Casares suma seis muertes de animales y 16 explotaciones afectadas, diez de ellas pendientes de confirmación, y la Junta de Andalucía prevé aún más fallecimientos de la cabaña de 800 ovejas que pertenecen a esos recintos.

El delegado de la Consejería de Agricultura y Pesca en Málaga, Antonio Moreno, informó ayer que se inspeccionaron 54 explotaciones y seis de ellas dieron positivo de la presencia del virus de la fiebre catarral ovina.

Añadió que en otras diez explotaciones se detectó la enfermedad en una inspección ocular de los veterinarios, por lo que se enviaron muestras a los Laboratorios de Córdoba y Algete (Madrid) y se está pendiente del resultado de los análisis para la confirmación de que están presumiblemente afectadas, lo que da casi por seguro.

Moreno Ferrer prevé más muertes de animales en alguna de las referidas 16 explotaciones.

Explicó que los controles continúan intensificados en un radio de cien kilómetros desde Casares y que tras las inspecciones del ganado, se recomienda la desinfección y desinfectación de establos y camiones para el traslado de animales al matadero.

Este responsable destacó que la enfermedad está muy focalizada en la zona de Casares, aunque hubo un caso en el municipio de Estepona, y no espera más casos en Casares si los ganaderos siguen las indicaciones de no tener los animales fuera del establo en las horas de sol.

La Junta celebró el pasado lunes una reunión en Sevilla sobre esta enfermedad e inició ayer un control mediante una base de datos para efectuar vacunaciones a la cabaña en los casos del serotipo 4, mientras que en el caso del serotipo 1 se encargaron vacunas y se prevé en noviembre empezar a administrarlas.

Informó de que se pagarán 100 euros por cada animal sacrificado y de que una vez inspeccionada una explotación y comprobada la existencia del foco de lengua azul, se indemnizarán por las posteriores muertes que se produzcan sin necesidad ya de nuevas visitas.

El consejero de Agricultura, Isaías Pérez, reclamó sensibilidad con el sector en forma de subvenciones al Gobierno central para que, a su vez, las solicite a la Unión Europea al unirse a la subida del coste del pienso la enfermedad de la lengua azul, que baja los precios del ganado.

También se planteó que se califique como "enfermedad comercial" aunque no afecte a humanos al influir en los precios de los animales.