El Consejo de Ministros aprueba la supresión del certificado veterinario

El consejo de Ministros del pasado viernes ha aprobado la supresión del certificado veterinario requerido a los ganaderos desde el año 2001 hasta ahora, para poder sacrificar sus cabezas de ganado bovino, ovino y caprino.

Zapatero lo había anunciado unos días antes en su intervención en el acto organizado en la localidad pontevedresa de Silleda con motivo de la IV Fiesta del Campo de Unions Agrarias.

El jefe del Ejecutivo señaló que el Gobierno quiere facilitar la labor de los agricultores y ganaderos y puso como ejemplo la decisión que adoptará el Consejo de ministros el próximo viernes consistente en la supresión del certificado veterinario.

"Una carga inútil que nos ha puesto en situación de desventaja con nuestros competidores a la hora de exportar", añadió el presidente del Gobierno.

A su juicio, lo que suponía este certificado "era decir que el problema de las vacas locas era de los ganaderos, cuando los ganaderos eran las víctimas de los problemas que trajo la enfermedad de las vacas locas".

Parece que las continuas e intensas gestiones realizadas por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) encaminadas a lograr la retirada del certificado veterinario por fin han dado sus resultados. La organización venía reclamando esta medida desde hace 6 años al considerar que no aportaba más garantías sanitarias a la carne consumida y suponía un coste añadido para los ganaderos
 
Este certificado, cuya exigencia está vigente desde enero de 2001, suponía a los ganaderos un pago de entre 9 y 24 euros.

Así pues, en el BOE del dia 6 de octubre ha sido publicada la ORDEN PRE/2893/2007, de 5 de octubre, por la que se modifica el anexo XI del Real Decreto 3454/2000, de 22 de diciembre, por el que se establece y regula el Programa Integral coordinado de vigilancia y control de las encefalopatías espongiformes transmisibles de los animales. El anexo XI de dicho RD se sustituye por el que parece en la orden recién aprobada.

Por su parte, la ministra de Agricultura Elena Espinosa ha declarado que, considera que una vez pasada la crisis de las vacas locas los certificados no tienen razón de ser y afirma que su eliminación abrirá puertas a los productores a la hora de vender en el exterior. Su desaparición, según ha afirmado, va a suponer un aumento de las ventas exteriores porque “muchos países no entendían que España fuese más exigente que el resto de la UE”. Además ha resaltado que los propios ganaderos van a ahorrar costes.