Elena Espinosa confía en la eficacia de las medidas para controlar la enfermedad de la lengua azul en España

La Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación,Elena Espinosa, explicó ayer en el Senado las actuaciones puestas en marcha para controlar la enfermedad de la Lengua Azul, evitando su propagación, sobre las que ha manifestado su confianza en base a la eficacia demostrada desde la aparición del primer brote en el país.

Espinosa ha indicado que desde las diferentes Administraciones se puso en marcha el establecimiento de una zona restringida, en la que se incluyeron las zonas afectadas, efectuándose simultáneamente un control de los movimientos de los animales de especies sensibles procedentes de esas zonas, con requisitos más estrictos que los contemplados en la legislación comunitaria, lo que permitió controlar la enfermedad.

Pero la medida que hasta el momento se ha mostrado más eficaz, ha añadido la Ministra, ha sido la vacunación masiva del censo de animales de especies sensibles presentes en la zona restringida, utilizándose en un primer momento vacuna viva atenuada y, a partir del verano de 2006, vacuna inactivada, más efectiva que la anterior.

La Ministra ha destacado también la anticipación de su Departamento al solicitar, ante la aparición del nuevo serotipo de la enfermedad en el país, a los laboratorios farmacéuticos nacionales que trabajasen en el desarrollo de una vacuna inactivada frente a ese nuevo serotipo, lo que ha permitido que se haya realizado ya la distribución de los primeros lotes de la vacuna, cuya adquisición es costeada de manera íntegra por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Ni desde el Ministerio, ni desde las Comunidades Autónomas, ha subrayado Elena Espinosa, se puede aceptar la convivencia con la Lengua Azul, razón por la que la política que se ha diseñado se encamina a conseguir que todo el territorio español sea declarado libre de esta enfermedad.

La Ministra ha expresado también su confianza en que el esfuerzo conjunto de las empresas de zoosanitarios, que han posibilitado que España sea el primer Estado miembro de la Unión Europea y del mundo en disponer de cantidades suficientes de vacuna inactivada, junto con la voluntad de los ganaderos de cumplir con el programa sanitario y el apoyo de las administraciones, sean efectivos para asegurar el éxito en la lucha contra la enfermedad.