Los salarios de los universitarios españoles, entre los más bajos de Europa
Los universitarios españoles están entre los peor pagados de Europa, según una encuesta realizada por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) entre universitarios a los que se preguntó sobre su situación cinco años después de concluir sus estudios.
El sueldo medio de un universitario en España es de 1.414 euros brutos al mes, casi la mitad de lo que cobran los alemanes (2.692). El sueldo medio europeo es de 2.000 euros y sólo en la República Checa (1.351) es inferior a la mano de obra universitaria española.
Estos resultados están incluidos en un proyecto que recoge la situación de 40.000 universitarios europeos -5.500 de 47 universidades en España- y su grado de inserción laboral. En este sentido, los titulados sostienen que la mejor forma de encontrar empleo es recurrir a contactos personales (22 % ), contactar directamente con el empleador (13 % ) o responder a anuncios en el periódico (10 % ). Sólo el 1 % optó por montar su propio negocio. Durante los primeros cinco años de trabajo, el 34 % de los encuestados declaró haber tenido más de tres empleadores, uno de cada cuatro (el 24 % ) sólo tuvo un trabajo.
Los diplomados y licenciados tardan un promedio de 6,1 meses en encontrar trabajo. Los de ciclos cortos de Salud y ciclos largos de Técnicas logran su primer empleo en menos de tres meses, mientras que los de Educación, Derecho, Ciencias y Ciencias Sociales tardan hasta 8,8 meses.
Cinco años después de haber abandonado la universidad, el 13 % afirma no tener un trabajo remunerado. Este porcentaje es superior en mujeres (15 % ) que en varones (8 % ). Los porcentajes también varían según el área de conocimiento: uno de cada cinco está en paro en Humanidades (21 % ) y Derecho (19 % ), mientras que en las carreras técnicas y de salud, el desempleo es casi técnico (5 % ).
El promedio de los primeros salarios se sitúa en 760 euros brutos al mes, con una diferencia de unos 100 euros entre hombres y mujeres a favor de los primeros. Los graduados de ciclo largo de Educación apenas cobran unos 600 euros. Los mejor remunerados son los licenciados en carreras técnicas, con 1.015 euros brutos mensuales.
Los sueldos más bajos los cobran las graduadas en estudios de ciclo corto de Ciencias Sociales (1.140 euros), y los más altos, los titulados en carreras técnicas de ciclo largo, cerca de 2.000 euros.
Las mayores diferencias retributivas entre ambos sexos -siempre en favor de los varones- se computan entre quienes estudiaron ciclos cortos de salud o ciclos largos técnicos.
En función del sector económico los sueldos también difieren. Los mayores salarios se computan en las áreas de energía e industria, con un promedio de 1.675 euros brutos mensuales, y en la Administración (1.479). Los más bajos, en el sector servicios (1.299 euros). En todas las áreas las retribuciones de las mujeres son inferiores.
Respecto a la pregunta ¿ganan más los estudiantes con mejor expediente académico?, la respuesta es sí. El salario medio de los que obtuvieron un aprobado en la carrera es de 1.398 euros. El de los que consiguieron una matrícula de honor, de 1.789 euros brutos mensuales.
Los contratos son indefinidos en un 14 % de los casos. Cinco años después de concluir sus estudios, el 61 % de los titulados consiguen un contrato indefinido o una plaza de funcionario. Las mayores tasas de estabilidad se verifican en los graduados en ciclos largos de las áreas técnicas y de economía y empresa. Los titulados de ciclo corto en materia sanitaria, por el contrario, presentan las menores tasas de estabilidad.
Los titulados a los que más se les exige en términos de horario laboral son los de ciclos largos de áreas técnicas y de salud. La exigencia horaria se incrementa muy notablemente con respecto a la primera experiencia laboral. Si en aquélla trabajaba 40 horas o más el 19 % de los titulados, en el empleo actual esa tasa asciende hasta el 54 % .
En cuanto al grado de satisfacción, el más alto se da entre los estudiantes de ciclos cortos de Educación y Salud. Dos de cada tres graduados españoles se declaran satisfechos con su actual trabajo. De poder volver atrás en el tiempo, el 61 % estudiaría lo mismo, un 31 % cambiaría de carrera y sólo un 9 % no volvería a la universidad.