Se confirma la muerte de 6 reses por la lengua azul en Vizcaya

Según explicó el viernes la diputada foral vizcaína de Agricultura, Irene Pardo, en el caso de las muertes confirmadas se trata de cinco corderos que habían nacido después de la última campaña de vacunación, finalizada en febrero, y de una vaca vieja que, antes de contraer la enfermedad, ya padecía "importantes deficiencias respiratorias".

En cuanto a la treintena de muertes sospechosas de haber sido ocasionadas por la 'lengua azul', Pardo ha especificado que esas reses, en todos los casos, eran ya mayores y, por tanto, la enfermedad, que solo se ha presentado en su variante de serotipo 1 en España, les ha afectado con mayor intensidad.

Respecto a la otra variante peligrosa, el serotipo 8, Pardo ha precisado que es "cuestión de tiempo" que traspase la frontera, ya que el mal se ha extendido desde el norte de Europa hasta Burdeos e incluso hasta el País Vasco francés.

Esta enfermedad, cuya presencia en la provincia vizcaína se confirmó el pasado 18 de agosto, se ha detectado ya en un total de 32 reses -8 ovejas y 24 vacas-, entre las que se incluyen las seis ya fallecidas, mientras que se sospecha de que otras 300 cabezas de ganado repartidas por unas 198 explotaciones pudieran padecer también esta afección.

Además, la diputada ha afirmado que en el valle de Carranza, donde hasta ahora no se había verificado ningún caso de 'lengua azul', ya se ha arrojado "algún positivo".

Por ello, ha subrayado, los veterinarios están reforzando su protocolo de actuación para avanzar lo más rápido posible con la campaña de vacunación, que prevé que estará finalizada para últimos de septiembre o primeros de octubre.

Estas vacunas, que ya se han administrado a la totalidad del ganado ovino en ambos serotipos y más de la mitad del ganado vacuno, también para esas dos modalidades de la enfermedad, suponen un coste total de más de 1,5 millones de euros.

Pardo ha hecho un llamamiento a todos aquellos particulares que posean ovejas para que se pongan en contacto con los servicios veterinarios de la Diputación y, de este modo, las reses también sean vacunadas.

Pardo, quien ha insistido en que la comunicación entre el ente foral y el sector ganadero ha sido constante, ha subrayado la necesidad de mantener "la calma y la tranquilidad", ya que, a pesar de los nuevos casos aparecidos, una vez la vacuna esté administrada los cabaña ganadera vizcaína podrá hacer frente a este mal.