Emotivo y distendido encuentro de varias generaciones de veterinarios en el Homenaje Profesional 2008
El pasado jueves 27 de noviembre tuvo lugar en la sala Lokua de Madrid la tercera edición del Homenaje Profesional, un reconocimiento que el Colegio de Veterinarios de Madrid otorga a veterinarios con una trayectoria profesional de especial relevancia. El acto reunió a un gran número de veterinarios de diferentes generaciones que compartieron una agradable velada
Como en ediciones anteriores el presentador del acto fue el periodista de la COPE, José Mª Alfajeme, gran amante de los animales, siempre dispuesto a colaborar con nuestro Colegio.
El acto fue inaugurado por el Presidente del ICOVM, Felipe Vilas quien quiso destacar la gran labor realizada por los profesionales a quienes se les brindaba el homenaje ya que, en los años en los que ejercieron la profesión, no existían tantos medios como ahora. Vilas manifestó que “sin vuestra dedicación, la profesión no habría llegado a donde está ahora ya que, no sólo ha avanzado mucho en lo que se refiere a la ciencia veterinaria en sí sino que posee un mayor reconocimiento social.
A continuación, fueron subiendo al escenario los siete homenajeados de este año en las diferentes categorías:
Animales de Compañía: José Angel Ahumada, quien recogió la placa conmemorativa del homenaje de manos de Benito Pérez, veterinario clínico y miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Veterinarios de Madrid y de la Asociación Madrileña de veterinarios de animales de compañía (AMVAC). En su discurso de agradecimiento quiso hacer una mención especial para uno de los veterinarios que, según dijo, más le habían ayudado en su carrera, Tomás Pérez García.
Porcino: José Luis García Ferrero, Ex-Ministro de Agricultura, que recibió su placa de manos de Felipe Vilas, Presidente del ICOVM. García Ferrero hizo un breve resumen de su labor en lo referente a fomentar la relación entre veterinarios y producción y, aumentar la proyección internacional del porcino español y contribuir a la erradicación de la peste porcina clásica en nuestro país.
Medicina de la Producción e Industrias Ganaderas:
Antonio Vallés Valle, al que entregó su placa Manuel Lázaro, veterinario clínico y miembro de la Junta de Gobierno del ICOVM
Miguel Pujadas Freixas, quien muy emocionado recibió su placa de manos de Ana Pérez, Vicepresidenta del ICOVM.
Jesús Ortega del Amo, a quien entregó su placa Joaquín Goyache, Decano de la Facultad de Veterinaria de la UCM
Avicultura: Mariano Tovar Hernández, quien recibió su placa de manos de un compañero de especialidad Ángel Hernando. Tovar quiso hacer una especial mención en su discurso de agradecimiento a la figura de las mujeres de los veterinarios cuyo apoyo ha servido para que estos veterinarios hayan podido realizar la importante carrera por la que ahora son reconocidos.
Bovino: Miguel Jiménez Cabras. Aunque la placa le fue entregada por su compañero Francisco García Naranjo, el Presidente de la ANEMBE (Asociación Nacional de veterinarios Especialistas en Medicina Bovina), Alfonso Monje quiso hacer una breve introducción del homenajeado, profesor suyo, al que elogió como persona y como profesional ya que-dijo- “a día de hoy sigue ayudando a todos los veterinarios de vacuno”.
Jiménez quiso recalcar que su promoción fue la primera que se licenció en la Facultad de veterinaria de la UCM que conocemos actualmente y que, quizá por ello, en su momento fuera el relevo de los que habían estudiado en la antigua facultad y que ahora el daba el relevo a otro veterinarios jóvenes a los que animo a formarse lo mejor posible, a no perder nunca el sentido común y las señas de identidad del veterinario de vacuno que es resolver los problemas del ganadero.
Tras la entrega de los premios, el Presidente del ICOVM tomó de nuevo la palabra para agradecer a los premiados su labor, a los colegiados su presencia y recordar que el Colegio está abierto a todos los profesionales de la veterinaria y a la sociedad. Hizo mención a la actual crisis general que afecta también al sector. Según su punto de vista, debemos abrirnos a otros campos aparte de los tradicionales relacionados con la veterinaria y, sobre todo, convencernos a nosotros mismos de que somos buenos profesionales para así poder conseguir un mayor reconocimiento social.
Tras la clausura, se sirvió un cóctel-cena y después todos pudimos disfrutar de la fiesta hasta bien entrada la madrugada.