Barcelona tendrá un nuevo zoo con dos sedes en 2015
Barcelona tendrá dos sedes del zoo a partir de 2015: una en el parque de la Ciutadella y otra en la plataforma de seis hectáreas que se ha ganado al mar en el Fórum.
El proyecto que ha presentado recientemente el alcalde de esta ciudad, Jordi Hereu, es doble: se reforma completamente el zoo de la Ciutadella -del que saldrán todas las especies marinas y de hábitat acuático- y se construye el ya proyectado en el Fórum. La inversión multimillonaria que supondrá la afrontará el erario público, pero contando con financiación de empresas y entidades privadas como La Caixa, Aguas de Barcelona, Gas Natural y Fecsa-Endesa, entre otras.
De acuerdo con el plan presentado por el alcalde, el zoo de la Ciutadella -que se inauguró en 1892 en los terrenos que quedaron libres tras la exposición- afronta una transformación profunda. De entrada, perderá tres hectáreas -las que están situadas en el extremo de la calle de Wellington, entre las calles de Ramon Turró y Pujades- que se integrarán en el parque. Las 10 que ocupará el zoo se harán más permeables -se eliminarán los muros de Wellington y el del paseo de Circumval·lació- y se distribuirán en áreas biogeográficas: selvas, el bosque mediterráneo, la estepa asiática, la isla de Madagascar y la sabana africana. Esta última rodeará el Parlament, que finalmente no crecerá en el recinto de la Ciutadella, sino probablemente en la cercana estación de Francia. El plan director de la Ciutadella preveía la conexión con el vecino parque de la Barceloneta saltando las vías ferroviarias y la Ronda Litoral, aunque ayer el alcalde no precisó si será posible o no.
Parte de las especies del actual parque zoológico se mudarán al marino. Y ese forzoso realojamiento es el que marca las fases de la reforma del espacio de la Ciutadella, que, según el calendario, no terminará hasta 2015, un año después de la planificada apertura del zoo marino. Ese nuevo equipamiento se estructurará en áreas según temperaturas: aguas frías, mediterráneas, oceánicas y tropicales. El propósito es recrear el hábitat natural de lagunas, playas, estuarios y también del mar abierto, y concentrar las instalaciones zoológicas -entre ellas el delfinario- en la zona más cercana a la costa. Entre otras cosas, para evitar riesgos en caso de fuerte temporal como el que ha arrasado parte de las playas estos días. "La plataforma ganada al mar para el zoo marino ha resistido bien", afirmó Hereu.