Las organizaciones ganaderas hacen un balance negativo de la ganadería española en 2008 pero reconocen un buen control sanitario y de seguridad alimentaria

De año negativo es como la ganadería española califica este 2008 donde ha tenido que hacer frente, además de a la ya conocida crisis financiera, a la falta de rentabilidad de sus explotaciones motivada por una estrepitosa caída de los precios en origen y un incremento desmesurado en los costes de producción –hasta un +20 por ciento de media-, que ha provocado el cierre de muchas explotaciones. Se va a cerrar un año "que todos queremos que se vaya" dice Román Santalla, responsable de Ganadería de UPA.

EL PORCINO CONTINÚA SU MALA RACHA

Pero sin duda alguna, el precio de los piensos fue el factor más negativo para el porcino durante este año, que representa el 70 por ciento de los costes de producción de este sector.

Otro de los problemas que ha afectado al porcino -que representa el 30 por ciento de la producción ganadera final en España- ha sido el exceso de cabaña ganadera, ya que, aunque se han reducido las explotaciones, "en censo no se logra bajar", dice  Macario Quílez, responsable de Producciones Ganaderas de COAG.

EL SECTOR OVINO Y CAPRINO

Con un censo que sólo en este año ha perdido alrededor de 7.500 cabezas, el sector del ovino y del caprino es uno de los más perjudicados. Arrastra una profunda crisis desde 2007 acentuada especialmente por los bajos precios. Y es que, para que el cordero sea rentable, el producto debe percibir entre los 85 y los 90 euros frente a los 60 de media de todo el año.

A este problema de precios se suma la falta de consumo que caracteriza a esta carne, reservada a ocasiones especiales y esta es "la tendencia que tenemos que cambiar" a través de la promoción y las ayudas al sector, algo que si bien se ha planteado hacer en este año "no se ha materializado", explica Santalla.

EL VACUNO EN LA MISMA LINEA

Con unos costes de producción muy elevados y unos precios en origen muy bajos, el vacuno de carne "no deja de perder competitividad" según Santalla, con un consumo muy estancado y un precio final "imposible de incrementar".

Pero no todo iba a ser negativo. En abril, la Unión Europea amplió de 24 a 30 meses el límite de edad para retirar la columna vertebral de la carne de vacuno.

LA LECHE

Como un jarro de agua fría recibieron en noviembre el ya esperado incremento lineal del 1 por ciento de la cuota láctea, a la espera de la liberalización definitiva de los cupos en 2015.

Si por algo se ha caracterizado el sector lácteo en general ha sido por las subidas y bajadas en los precios de origen que "han pasado de tocar el cielo al infierno", comenta Gaspar Anabitarte, responsable lácteo de COAG.

El avance más significativo en la leche de vaca fue la firma del contrato-tipo homologado que, entre otras cuestiones, recogía que la cotización final de la leche depende de dos factores: una parte variable (que depende de la calidad, salubridad…) y otra fija, que varía en función de los costes y de las condiciones puntuales del mercado.

A este contrato siguió, unos meses después, el de la leche de ovino, en esta ocasión consensuando por todas las organizaciones agrarias que, según comentaron entonces "dará estabilidad al sector en un momento de volatilidad de precios".

OTROS SECTORES

El incremento desproporcionado del precio de las materias primas para elaborar piensos compuestos destinados a la alimentación animal y la caída del precio de la piel de conejo son los principales problemas a los que se ha enfrentado este año la cunicultura, que sin embargo, a principios de año recibió la buena noticia de la aprobación de la extensión de norma con medidas encaminadas a la promoción del consumo, entre otras medidas.

Los apicultores, al igual que otras ganaderías, han sufrido en sus carnes el azote de la crisis. A su ya conocido problema de despoblamiento de las colmenas se ha sumado, en palabras de Fernando de Antonio, de CCAE, la mala cosecha y el parón del mercado, ya que dice, a pesar de que los precios están altos "no se vende".

Mejores momentos ha vivido la avicultura que "ha sabido trasladar los costes de producción a toda la cadena" y con ello mantener un  nivel de renta aceptable para sus explotaciones.

UNA BUENA SANIDAD

Este es uno de los aspectos más positivos del año si dejamos al margen los casos de lengua azul. Aún así, las OPAS son críticas y aunque enfermedades como la brucelosis o la tuberculosos están casi extinguidas "no terminamos de erradicarlas", pero sin duda son enfermedades totalmente controladas.

En cuanto a la lengua azul, 2008 se cierra con un gran número de casos y con la entrada del serotipo 8, que se suma al 1 y al 4. Esta situación ha provocado que el Gobierno decretara como zona restringida toda la península y las ciudades de Ceuta y Melilla, dejando libre únicamente Canarias y Baleares.

Para hacer frente a esta enfermedad, la Unión Europea acordó incrementar de 136 a 152 millones de euros el presupuesto destinado a los planes de vacunación contra la legua azul, lo que supuso fondos adicionales para España, Francia, Portugal, Holanda y Dinamarca.

Desde que se detectara en el año 2000, 738 animales se han visto afectados por la Encefalopatía Espongiforme Bovina, más conocida como el mal de las vacas locas. Una cifra que disminuye cada año y que en 2008 dejó 20 nuevos casos, "una cantidad residual", comenta Adolfo Alcalde de ASAJA, que tenderá a desaparecer.

A pesar de todo, las organizaciones agrarias destacan el gran nivel de control y de seguridad alimentaria al que son sometidos los productos ganaderos

Fuente: AGROCOPE: Sylvia Glez. Cerredelo