Doñana ya cuenta con certificación ecológica en sus productos agrícolas y ganaderos
La Consejería de Medio Ambiente hizo pública el pasado viernes la concesión del certificado 'Doñana Ecológica' por parte del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica a este Espacio Natural, con el que se acredita el origen ecológico de los productos agrícolas y ganaderos provenientes de Doñana, en cuya producción "priman criterios de sostenibilidad y la ausencia del uso de plaguicidas u otros productos fitosanitarios que pueden resultar dañinos para el medioambiente".
La consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, destacó la colaboración de los ayuntamientos de la zona en la obtención de este certificado, diciendo que "uno de los activos con los que siempre ha contado la Junta de Andalucía para instaurar este sello de reconocimiento de productos con las máximas garantías", informó la Junta en un comunicado.
Igualmente, Castillo aseguró que la intención de la Consejería de Medio Ambiente es seguir expandiendo -empezando por toda la comarca de Doñana- el modelo de agricultura ecológica instaurado con éxito en el Espacio Natural.
Según la titular de Medio Ambiente, con este modelo se evidencia el cumplimiento en Andalucía de las directrices marcadas por el Dictamen sobre Desarrollo Sostenible, encargado en el año 1992 por el Presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, a un Comité de Expertos.
El documento recomendaba la implantación de prácticas ecológicas en el territorio andaluz y de un modelo de desarrollo sostenible basado en el mantenimiento y la consolidación de la relación entre el fomento económico, el bienestar social y los recursos naturales. La contribución de Doñana quedó clara en 2008, cuando 48.162 hectáreas fueron inscritas como explotaciones ecológicas.
Castillo aseguró que la conversión de los cultivos hacia modelos ecológicos supone un beneficio para los ecosistemas, especialmente los humedales, ya que "al reducirse las emisiones de los nutrientes, principalmente de fósforo y nitratos, también se eliminan factores que provocan la aparición de algas tóxicas que encuentran en el exceso de nutrientes su mejor caldo de cultivo".
Además, el sello de calidad ecológica incluye tanto la producción de frutos como de pastos. Por ello esta práctica no sólo mejora las condiciones de los recursos hídricos o al desarrollo socioeconómico, sino que ayuda a preservar razas autóctonas como la vaca marismeña y el caballo de la retuerta o el marismeño, las cuales poseen una mayor adaptación al medio y más resistencia a las enfermedades.
Según Castillo, esto facilita una apuesta por la ganadería ecológica, pues muchas de las explotaciones extensivas de la zona ya reúnen los requisitos exigidos por la normativa específica.
Marisma, cotos y pastizales de la vera suponen un "gran potencial" para el desarrollo de explotaciones ecológicas donde, además de los agrícolas, se pueden obtener otros productos de excelente calidad como carne de bovino y ovino, piñones y miel.