La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria pide reducir la vitamina A en alimentos destinados a los animales

Los niveles máximos de vitamina A permitidos en los alimentos destinados a los animales más consumidos, es decir, el cerdo, el ganado y el pollo, deben reducirse para evitar el riesgo de fractura ósea y otros problemas óseos como la osteoporosis en los colectivos más vulnerables, según ha recomendado un comité científico de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas).

Los expertos de la EFSA aconsejan bajar el consumo de vitamina A a un nivel por debajo de 1.500 miligramos por día hasta que haya nuevos datos que indiquen la necesidad de revisar los niveles máximos permitidos. No obstante, no se ha podido establecer una correlación cuantitativa entre el consumo de retinol y el riesgo de padecer problemas óseos. Esta recomendación la deben seguir sobre todo los colectivos con mayor riesgo potencial de padecer osteoporosis y fracturas óseas y, muy especialmente, las mujeres con menopausia, según la agencia.

Tras revisar cuatro estudios sobre el consumo de vitamina A procedente de distintos alimentos y fuentes en varios Estados miembros, el panel científico ha determinado que hay una parte de la población muy pequeña con riesgo de exceder el límite máximo seguro de 3.000 miligramos por día.

El comité científico también recomienda regular los productos complementarios utilizados en combinación con otros alimentos para evitar exposiciones excesivas a la vitamina A, como los complejos vitamínicos; vigilar los niveles registrados en alimentos de especial preocupación como el hígado, por la gran cantidad de vitamina A que contiene, y ofrecer información adecuada para ayudar a los consumidores a evitar consumir niveles excesivos de esta sustancia.

Como nutriente esencial tanto para personas como para animales, la vitamina A beneficia especialmente a la visión, el crecimiento y el desarrollo y, por tanto, suele añadirse a productos de alimentación animal con el objetivo de cubrir sus necesidades nutritivas de acuerdo con una serie de niveles máximos introducidos por la legislación comunitaria.

Fuente: CONSUMER.ES