Los veterinarios, un grupo con alto riesgo de padecer zoonosis, según un estudio
En plena vorágine informativa sobre la expansión del A/H1N1, el virus de la nueva gripe (antes conocida como porcina), una revisión de estudios llama la atención sobre una de las cuestiones más comentadas en este tiempo: el contagio de infecciones entre animales y humanos.
Según este trabajo, los veterinarios son un grupo con un riesgo especialmente alto de sufrir estas zoonosis, incluso si se comparan con otros profesionales en contacto directo con animales.
Los autores de este estudio, miembros de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) decidieron poner en marcha su investigación tras observar en análisis previos varios casos de infección por gripe de origen animal en veterinarios. Para determinar hasta qué punto estos contagios eran comunes, los investigadores echaron mano de la literatura médica y repasaron todos los estudios publicados sobre el tema entre 1966 y 2007.
En total, encontraron 66 artículos, la gran mayoría de los cuales señalaba un riesgo más elevado de zoonosis entre los veterinarios. "La revisión puso de manifiesto que el riesgo de estos profesionales era a menudo más alto que el otros grupos profesionales con una alta exposición a animales, como los granjeros", explican los autores en su trabajo, publicado en la revista 'Journal of the American Veterinary Medicine'.
Entre otros patógenos, se habían registrado infecciones por virus de la gripe tipo A de origen aviar y porcino, brucelosis o estafilococos aureus resistentes a algunos fármacos.
En su trabajo, los investigadores sugieren que, dado este mayor riesgo de infección, los veterinarios podrían servir de 'centinelas biológicos' para los patógenos y "potencialmente podrían expandirlos a sus familias, comunidades y animales a los que cuidan".
Aunque reconocen que su investigación tiene importantes limitaciones y que su trabajo no ha entrado a evaluar las condiciones en las que trabajaban los profesionales analizados, estos investigadores sugieren que es importante tomar medidas que ayuden a reducir el riesgo identificado. "Son necesarias iniciativas de salud pública que ayuden a proteger a los veterinarios", comentan.
Los autores también han hallado en su trabajo fallos en el uso del material de protección, como guantes y mascarillas, un fallo que en ocasiones se debía a falta de disponibilidad, costes o la creencia de que el riesgo era mínimo. "Asegurar una adecuada protección para estos profesionales exige, por tanto, un mejor equipamiento, mejores guías y educación", remarcan.
En sus conclusiones, los autores reivindican la importancia de los veterinarios para la salud pública y la bioseguridad. "Las políticas actuales relacionadas con prevenir una pandemia, a menudo dejan de lado a estos profesionales o les otorgan una prioridad baja. [...] Y esto es difícil de entender", concluyen.
Fuente: El mundo