Seis de cada diez enfermedades infecciosas emergentes proceden de los animales
Son cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que además de alertar del mayor riesgo de que se propaguen nuevas enfermedades humanas y animales, asegura que en las últimas tres décadas se han descubierto 30 nuevos agentes patógenos humanos. De ellos, el 75 % es de origen animal. Hay más de 200 tipos conocidos de zoonosis. Y los patógenos pueden propagarse a los humanos “a través de cualquier punto de contacto” con animales domésticos, agrícolas o salvajes.
Son los mercados en los que se vende la carne o subproductos de animales salvajes los “particularmente peligrosos” debido al gran número de patógenos nuevos o no identificados que se sabe que existen en algunas poblaciones de animales salvajes.
Según la OMS, los trabajadores agrícolas de las zonas en que se utilizan mucho los antibióticos para los animales de granja tienen más riesgo. Y las personas que viven en lugares adyacentes a zonas silvestres o en zonas semiurbanas, también, por la presencia de ratas, zorros o mapaches.
Los mecanismos de transmisión son muy variados. En función de éstos se agrupan en zoonosis no alimentarias y alimentarias.
Las primeras, explica el Ministerio de Agricultura español, son las enfermedades transmitidas de los animales al hombre cuyo contagio no es estricto o esencialmente alimentario animal al hombre. Entre ellas se encuentran la rabia, la psitacosis (por contacto de aves enfermas), o las transmitidas por mosquitos como el dengue, la leishamaniosis, o garrapatas, como la enfermedad de Lyme.