La fiebre del Nilo Occidental adelanta su temporada en el sur de la península.

Todas las personas tengan la precaución de asegurarse de que no se generen criaderos de mosquitos en sus casas

Los dos casos de esta fiebre en humanos -uno de los cuales ha fallecido- que la Junta de Andalucía confirmó este pasado miércoles en Dos Hermanas (Sevilla) son los primeros de este verano y se han producido mucho antes que otros años.

En los últimos años, los primeros casos en personas solían aparecer a mediados de agosto, mientras que este año se han producido más de 30 días antes de esa fecha. Lo que ha sucedido es entre otras cuestiones, la presencia del virus en mosquitos del género Culex, los vectores que transmiten la enfermedad.

¿Cuáles son las razones de este adelanto? 

Jordi Figuerola, investigador de la Estación Biológica de Doñana y responsable del Grupo de Ecología y Evolución de Zoonosis en el CIBER de Epidemiología y Salud Pública, desgrana una serie de factores que han contribuido a crear un ambiente favorable a la circulación precoz del virus esta temporada. En primer lugar, ha ayudado al patógeno que el último invierno ha sido muy suave. De hecho, la suavidad del invierno hizo que en la temporada pasada el equipo siguiera detectando el virus en mosquitos hasta bien entrado el otoño. Además, en la zona del bajo Guadalquivir, el mes de abril fue lluvioso, lo contrario a lo que sucedió el año anterior.

El especialista señala que también debería llevarse a cabo un control de larvas en los arrozales, "una medida que debería haberse tomado ya" en la zona de Sevilla donde ya se ha detectado el virus.

En la web https://mosquitos.ebd.csic.es/ se puede comprobar la cantidad de mosquitos capturados en los diferentes núcleos estudiados y su clasificación en función de su capacidad transmisora.

Solo el 1% de quienes se infectan desarrolla una enfermedad grave -el 80% lo pasa de forma completamente asintomática y el 19% restante sufre algo similar a un catarro-. Pero los cuadros de meningoencefalitis que puede provocar la enfermedad pueden dejar graves secuelas e incluso provocar la muerte. Los ancianos y las personas inmunocomprometidas corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad neuroinvasiva.

Figuerola recuerda que, para que una persona adquiera la infección, ha de darse siempre la cadena 'ave infectada-mosquito-persona'. Las aves son el reservorio del virus. Cuando se infectan, en su organismo el patógeno se replica durante una semana o 10 días y solo se transmite a las personas si un mismo mosquito pica a una de las aves infectadas y, posteriormente, a un individuo.En ningún caso se da transmisión de persona a persona a través de la picadura de mosquitos.

Recomendaciones

Para prevenir la infección, lo más importante es controlar la población de mosquitos. Además de las medidas de control de vectores que deben realizar los municipios afectados, también es importante que "todas las personas tengan la precaución de asegurarse de que no se generen criaderos de mosquitos en sus casas".

Cualquier recipiente que pueda llenarse de agua cuando llueve o se riega es susceptible de convertirse en un criadero, subraya Figuerola. "Incluso los platos que se ponen debajo de las macetas pueden ser un lugar idóneo para que se críen las larvas", recuerda el investigador que recomienda que en las zonas de riesgo las piscinas sean siempre de agua clorada, se retire periódicamente el agua procedente de aires acondicionados o cualquier objeto donde pueda acumularse agua. También es recomendable colocar mosquiteras en las ventanas, usar ropa de manga larga si se va a salir a primera o a última hora del día o usar repelente.

A día de hoy, hay evidencias de la circulación local del virus West Nile en distintas zonas de Andalucía, Extremadura, Cataluña y Castilla y León, Castilla-La Mancha y Valencia.

En la actualidad, este patógeno es el arbovirus más extendido en el mundo y se encuentra presente en todos los continentes excepto en la Antártida.