La asamblea general de la OCV reitera que el veterinario de explotación debe ser obligatorio y favorece la rentabilidad de la ganadería
Una amplia mayoría de presidentes aprobó la liquidación del presupuesto de 2023 en el encuentro celebrado el pasado sábado
La asamblea general de presidentes de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), celebrada pasado sábado en Madrid, aprobó por una amplia mayoría la liquidación del presupuesto de 2023, reivindicó la obligatoriedad de la figura del veterinario de explotación –de acuerdo con la normativa europea- para asegurar el estatus de sanidad animal, y subrayó sus efectos positivos sobre la rentabilidad de la ganadería.
El presidente de la OCV, Luis Alberto Calvo, afirmó que la profesión necesita sobre todo promoción y visibilidad, “que tratamos de llevar a efecto desde la mejora de la formación y de la comunicación gracias a una estabilidad económica que aporta fortaleza y crédito a la Organización, en un entorno de incertidumbre”.
La liquidación de las cuentas –auditadas de forma externa por una entidad independiente- recoge que el ejercicio arroja un superávit de 250.000 euros. Según explicó el consejero de Asuntos Económicos, Héctor Palatsi, el año 2023 estuvo marcado por los actos de celebración del centenario, el incremento de la actividad institucional, el trabajo de la comisión de especialidades y la consolidación de Campus Colvet como base de la formación, con más de 19.000 veterinarios participantes en los seminarios, cursos y casos prácticos, que sumaron 505 horas impartidas.
En otro orden de cosas, Calvo informó a los presidentes sobre las alegaciones presentadas al Real Decreto que establece el carácter voluntario de la figura del veterinario de explotación, centradas en el argumento de que la medida puede suponer un retroceso en materia de sanidad animal y, por ende, en salud pública, “sin olvidar que existe riesgo de generar desigualdades entre distintos tipos de granjas y regiones”.