Para un verano sin sustos, protege a tu mascota de las altas temperaturas
La salud de las mascotas puede verse afectada durante la temporada estival si no se siguen las pautas y recomendaciones veterinarias adecuadas
España se prepara para sumirse en la primera ola de calor del año. Así lo ha anunciado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha adelantado que en los próximos días se pueden llegar a temperaturas de hasta 44 grados.
En este sentido, el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (COLVEMA) quiere recordar la importancia de la prevención para evitar golpes de calor ante los cuales es vital una urgente atención veterinaria. La salud de las mascotas puede verse afectada durante la temporada estival si no se siguen las pautas y recomendaciones adecuadas.
En este sentido, y aunque las precauciones a tomar deben ser distintas en cada raza y para cada tipo de animal, hay que tener en cuenta que en España el riesgo también varía en función de la zona donde se viva.
“La probabilidad de que se dé un golpe de calor en un perro es superior a que se dé en una persona”, explica Manuel Lázaro, veterinario clínico y vocal del Colegio de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Aclara que “esto se debe a que estos animales no disponen de los mismos mecanismos de refrigeración que los humanos, y, además, eliminan peor el calor”.
En el caso de los perros, solo hace falta que su temperatura corporal se incremente 2ºC para provocar un golpe de calor, que en el 50% de los casos diagnosticados resulta letal. Para prevenir esta situación se pueden tomar determinadas medidas para evitarlo, como son: cortar su pelo y vigilar su peso; aplicar protección solar en zonas sin pelo expuestas al sol, fundamentalmente, en animales de capa clara y reforzar su hidratación. Además, es importante conseguir una la correcta ventilación de los espacios, especialmente si vas a transportar a tu perro en coche; reducir su actividad física; asegurarse de que dispone de un lugar fresco donde descansar y sacarlo a pasear temprano o a última hora del día para evitar que sus almohadillas sufran. Refréscale con agua.
¿Y qué pasa si notamos que a nuestro perro le ha dado un golpe de calor? Lo primero es moverlo a un lugar fresco, ofrecerle un poco de agua tibia, usar toallas empapadas de agua fresca, colocarlo cerca de una corriente de aire y, sobre todo, acudir inmediatamente a un veterinario.
En definitiva, la prevención es la mejor medida para evitar el golpe de calor y, si ya se ha producido, la atención veterinaria urgente es clave para la supervivencia del animal.