Los veterinarios advierten: cuidado con los perfumes para perros
Los perfumes para perros pueden interferir con su sentido del olfato y dar lugar a problemas de comportamiento.
La firma de moda Dolce & Gabbana lanzaba hace unas semanas un perfume para perros llamado Fefé, nombre del caniche de uno de los fundadores de la marca. La botella de 100 mililitros cuesta unos 99 euros y ha sido certificado como apto para uso animal siguiendo el protocolo Safe Pet Cosmetics.
Las personas que lo han probado con sus perros coinciden en que la fragancia es “suave y bien aceptada por sus mascotas”, y la página web de la marca muestra reseñas de resultados de veterinarios y clientes. El perfume ha sido aprobado para su uso por Bureau Veritas Italia, una empresa pública que presta servicios de inspección, verificación en laboratorio y certificación.
Sin embargo, muchos veterinarios no están de acuerdo con el uso de perfumes para perros, ya que pueden interferir con el sentido del olfato del animal y encubrir malos olores que podrían ser síntoma de enfermedades. Aunque no contiene alcohol y se publicita como “seguro para los perros”, los veterinarios advierten de las precauciones que hay que tomar al usar perfumes en nuestras mascotas, aunque estén pensados específicamente para ellos.
La principal diferencia entre los perfumes para perros y los humanos es que los primeros no contienen alcohol, puesto que irrita y reseca la piel. En principio, si un animal no tiene alergias a alguno de los componentes de la mezcla, son seguros de usar en cantidades pequeñas, ya que en exceso pueden irritar las vías respiratorias. Los perfumes para perros aportan olores mucho más suaves, ya que su sentido del olfato juega un papel muy importante en su relación con otros perros: reconocerse y relacionarse, recibir información sobre su estado de salud y la indicación de estar en celo. Por ese motivo, los veterinarios advierten sobre los peligros que puede suponer el mal uso de los perfumes caninos.
Para hacer un uso seguro de los mismos se recomienda evitar la aplicación directamente sobre la piel ni en zonas desprovistas de pelo o cerca de los ojos, las orejas y el hocico. Lo ideal es pulverizarlo en zonas que no pueda lamerse y limitar su uso a ocasiones concretas, como después del baño, cuando el pelo esté limpio.
Según los veterinarios, el uso incorrecto o excesivo de perfumes para perros puede repercutir negativamente en el estado de salud del animal o en su comportamiento. “Los perros se reconocen por los olores y reconocen a una persona por un olor”, explica Federico Coccia, veterinario en Roma y doctor por la Universidad de Teramo. “Cuando el perro llega, te huele y luego te reconoce porque estás guardado en uno de sus ‘cajones de olores’. Por lo tanto, no hay que cambiar este mundo de olores”, advierte.
Pero la razón principal por la que se recomienda no usarlos, es que el perfume enmascara olores desagradables que pueden alertarnos sobre una enfermedad o herida que tenga nuestra mascota. Un caso paradigmático es el de la otitis, causada por la acumulación de cerumen en los oídos, que se reconoce por un olor muy fuerte en las orejas. También puede dificultar a los veterinarios reconocer problemas en la piel, la boca o los oídos.