¿Cómo gestionar la enfermedad terminal o muerte de una mascota?
Descubre varios consejos para poder afrontarlo
La enfermedad terminal o la muerte de una mascota representa un desafío emocional y práctico para sus cuidadores. Según la OCU, el apoyo de veterinarios, servicios municipales, seguros y otras entidades es clave en estas situaciones.
Enfermedad terminal y eutanasia
Cuando una mascota enfrenta una enfermedad avanzada, es clave consultar al veterinario. La Ley de Bienestar Animal regula la eutanasia, permitiéndola solo si el sufrimiento del animal es irreversible y no existen opciones de tratamiento. Factores como edad, enfermedad no terminal, problemas económicos o conductuales no justifican el sacrificio. El veterinario es quien decide si esta medida es necesaria. Los costos varían entre 100 y 200 euros, según el lugar y el peso del animal. En algunos casos, la eutanasia puede realizarse en casa, lo que aumenta su precio.
Fallecimiento en el hogar
Si la mascota muere en casa, no es legal enterrarla en jardines privados o terrenos públicos. Las alternativas incluyen:
- Servicios municipales de recogida: Económicos e incluso gratuitos en algunos casos, incluyen incineración colectiva.
- Veterinarios: Ofrecen incineraciones colectivas o individuales, estas últimas más costosas (desde 170 euros para animales pequeños y superando los 300 para grandes).
- Funerarias y cementerios para mascotas: Permiten tanto inhumaciones como depósitos de cenizas, aunque los costos dependen del tipo de servicio y los requisitos legales de salud pública.
Trámites legales
Tras el fallecimiento, es necesario obtener el certificado de incineración o enterramiento y dar de baja al animal en el registro correspondiente mediante el número de identificación del chip. Los veterinarios o servicios funerarios suelen ayudar con estas gestiones, pero es importante conocer sus costos para evitar sorpresas.
Importancia de los seguros
Algunos seguros del hogar cubren la eutanasia o la gestión del fallecimiento con tarifas más bajas. También existen seguros de salud y responsabilidad civil para mascotas, obligatorios para perros de razas consideradas peligrosas, y que podrían extenderse a todos los perros según la nueva normativa.