Científicos españoles descubren nuevos datos de la capacidad infectiva de las bacterias
Científicos españoles de diversos centros han identificado un nuevo mecanismo por el que las bacterias logran provocar infecciones, lo que pone de manifiesto "una adaptación evolutiva sin precedentes" y podría abrir nuevas vías para el tratamiento y prevención de estas patologías.
Actualmente, la terapia con antibóticos (los medicamentos que se emplean para erradicar las infecciones bacterianas) suponen un quebradero de cabeza para los facultativos de todo el mundo debido a la aparición de resistencias a estos patógenos.
El uso indiscriminado de este tipo de fármacos ha provocado que algunos de estos microorganismos se hayan vuelto insensibles a su acción, lo que pone en peligro la salud y la recuperación de miles de pacientes en el mundo.
El estudio, que se publica en la revista 'Nature', desentraña los mecanismos que provocan la virulencia de las bacterias del tipo estafilococo.
Los estafilococos, de forma redondeada y agrupados en forma de racimo, viven en la superficie de la piel de zonas como la boca, la nariz, los genitales y el ano. Normalmente no provocan problemas, pero si se sufre una herida, estas bacteria pueden causar una infección seria.
La mayoría de estas infecciones se circunscriben al tracto urinario, pero en ocasiones, el más conocido de todos, el Staphylococcus aureus puede provocar el 'Síndrome del shock tóxico', una infección poco frecuente, pero mortal en la mitad de los casos.
La investigación, coordinada por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y la Universidad CEU Cardenal Herrera, ha contado con la colaboración de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), el Instituto de Agrobiotecnología del CSIC, la Universidad Pública de Navarra, la Virginia Commonwealth University y el New York University Medical Center de Nueva York, informó la universidad catalana en un comunicado.
Los científicos descubrieron que, en condiciones normales, los genes gozan de una especie de 'isla de patogenicidad' (producida por un tipo de proteína) que se une al ADN del segmento con genes virulentos para evitar así que se transfieran a otros genes.
No obstante, en algunos casos las bacterias se infectan por un virus, que empaqueta y transfiere los genes virulentos a otras bacterias a pesar de este mecanismo protector.
Los investigadores observaron cómo estas 'islas de patogenicidad' pueden detectar la presencia del virus, eliminar la expresión de la proteína en cuestión e iniciar la transferencia a otras bacterias convirtiéndolas en microorganismos con mayor capacidad infectiva.
Fuente: EL MUNDO