La OMS declara el fin de la pandemia de la nueva gripe
Casi 16 meses después de que se detectara en México la aparición de un nuevo tipo de virus de la gripe, que para simplificar acabó llamándose gripe A, el Comité de Salud Internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto fin a la alerta máxima por el H1N1, que ha costado la vida a al menos 18.449 personas en 214 países.
El virus, con una incidencia menor de la esperada, sí ha dañado seriamente la imagen del organismo, muy criticado por la alarma creada y por la posible influencia de la industria farmacéutica. La directora de la OMS, Margaret Chan, ha admitido la conveniencia de modificar los niveles de alerta y de afinar sus políticas de comunicación.
El paso de la fase 6 a una situación postpandémica era inevitable, después de que el virus casi haya desaparecido en los sistemas de detección de los países. En junio de 2009, cuando se declaró la pandemia -"moderada", como insistió en recordar Chan anteayer-, era prácticamente el único que circulaba. Ahora apenas quedan brotes en Nueva Zelanda y en India, aseguró la responsable de la OMS. En el resto de los países (sobre todo en el sur, donde ahora es invierno) son patógenos de otros dos tipos (el B y un AH3N2) los más activos. Pero la directora de la OMS insistió en que con la declaración no se cierra este episodio. "El H1N1 seguirá circulando durante varios años", añadió. Y no solo el virus.
Las vacunas actuales -España compró nueve millones y puso tres millones- todavía sirven, explicó, aunque tuvo que admitir que las que se preparan para el próximo invierno -y que son, por ejemplo, las que va a adquirir España- ya incluyen el H1N1 junto con otros dos virus, por lo que en los países que las adquieran no se van a necesitar.
Chan, consciente de que la OMS creó una alarma luego no confirmada por los hechos, admitió que había aprendido dos lecciones. La primera, que tienen que trabajar más en la comunicación; la segunda, que hay que modificar la escala pandémica, pensada para el H5N1 (el virus de la gripe aviar que, aunque se transmite mal entre personas y solo lleva 503 casos desde 2003, tiene una mortalidad del 60 % ), y que habría que crear un sistema más flexible que no tuviera solo en cuenta la expansión del virus, sino también su gravedad.
El jefe de Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, cree que la OMS tenía "una posición complicada para declarar el fin de la pandemia". "Si se hubiese limitado al hemisferio norte, o a Europa y, más aún, a España, el anuncio se podría haber hecho en enero, porque prácticamente desde entonces el H1N1 desapareció", dijo Trillas. "Pero la decisión es mundial y el retraso es más razonable, porque había que esperar a ver qué pasaba con el invierno del sur y en la zona tropical".
Fuente: EL PAIS