El Anteproyecto de Ley General de Salud Pública margina a la profesión veterinaria

Recientemente, el Ministerio de Sanidad y Política Social remitió al Consejo General de Colegios Veterinarios un texto de anteproyecto de Ley General de Salud Pública que es a todas luces inaceptable para la profesión Veterinaria.

La Organización Colegial Veterinaria no fue informada de su existencia hasta que finalizó su redacción y, por tanto, no fue invitada a participar ni aportar ideas, definiciones, datos o sugerencias para su elaboración.

Para empezar, la Ley se solapa, como explícitamente reconoce la disposición final segunda, con la Ley 14/1986 General de Sanidad y con la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud.

En el aspecto formal, es un texto demasiado extenso y farragoso y de su contenido no se infiere que haya necesidad de una Ley General de Salud Pública.

En el texto se refleja un concepto abstracto de salud pública, es decir, que la entiende no sólo como prevención y promoción de la salud sino también como programación de todas las políticas sanitarias, incluida la medicina asistencial y aumenta considerablemente el ya complejo mundo sanitario institucional con doce organismos de nuevo cuño (consejo estatal, comité asesor, red de expertos de salud pública, etc).

Sin embargo, no se ocupa de la vertiente de intervención, que es la que afecta sobre todo a la Veterinaria. Las palabras animal, zoonosis, enfermedades emergentes o contaminación ambiental no existen para sus redactores y hay sobradas razones para afirmar que la salud pública y la salud animal van de la mano. Así se ha evidenciado en el caso de la Encefalopatía espongiforme bovina, el SARS, la Gripe aviar y la Gripe A.

Y a este respecto, también conviene recordar que las zoonosis son el origen de dos tercios de las enfermedades transmisibles humanas y de tres de cada cuatro enfermedades emergentes humanas. El 80 % de los patógenos animales tienen más de un hospedador y el 80 % de los agentes que tienen uso potencial como armas biológicas son patógenos de origen animal.

Por otra parte, el anteproyecto no aborda la Seguridad Alimentaria ni la Nutrición y lo deja al albur de una hipotética Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Nadie discute hoy la importancia y el peso de estos contenidos en términos de Salud Pública y es chocante que no sean abordados en la Ley.

Además, no trata como se merece al conjunto de las profesiones históricamente relacionadas con la salud pública, entre las que figura de manera muy destacada la profesión veterinaria, reconocida en el ámbito sanitario por la propia legislación nacional y valorada por todas las instituciones y organismos internacionales con autoridad en materia de salud pública y que es una de las profesiones que más medios materiales y humanos (más de 5.000 facultativos en España) aporta en nuestro país para abordar esta cuestión.

La Junta Permanente de la Organización Colegial Veterinaria rechaza sin paliativos este anteproyecto. Y así se lo ha hecho saber al Ministerio de Sanidad y Política Social, con la petición expresa de que lo reconsidere globalmente.