Madrid avala la calidad de las explotaciones ganaderas con 10.000 inspecciones anuales

El Gobierno autonómico garantiza desde su origen el  buen estado de los alimentos que llegan al consumidor

- El Ejecutivo controla la salud del ganado de las 4.600  granjas mediante vacunaciones y analíticas periódicas

- La inversión regional en el sector ganadero  asciende a 5,8 millones de euros anuales

La Comunidad de Madrid vela por el buen estado de los  alimentos que llegan a la mesa del consumidor, y por ello durante el 2009  realizó un total de 10.000 inspecciones a las 4.600 explotaciones  ganaderas que existen en la región.

El director general de Medio  Ambiente, Federico Ramos, participó ayer en uno de esos controles  veterinarios en una explotación de ganado vacuno de Guadalix de la  Sierra, y avaló la calidad de la carne madrileña y la salud del ganado.

“El objetivo de estas inspecciones ganaderas no es otro que velar  por la salud pública, la sanidad y el bienestar animal, el medio ambiente y,  en definitiva, la calidad de los alimentos madrileños”, indicó Federico  Ramos, que resaltó además que “los resultados de nuestros controles  veterinarios nos confirman que el estado sanitario de la cabaña ganadera  es satisfactorio y que cada vez se realiza un control más exhaustivo de  posibles enfermedades”.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del  Territorio, través del convenio que mantiene con el Colegio de Veterinarios de Madrid que este año ha obtenido la certificación de AENOR en lo referente a la inspección de explotaciones ganaderas,  realiza inspecciones periódicas a cada una de las 4.600 granjas  de la región para comprobar la sanidad e higiene de los animales, tomar muestras biológicas, de pienso y agua, así como para comprobar los  medios de producción.

Estas muestras son sometidas a exhaustivos  controles en el Laboratorio Regional de Sanidad Animal de la Comunidad  de Madrid para certificar el buen estado de las cabezas de ganado y las  explotaciones ganaderas de vacuno de leche, carne y lidia, de ovino y  caprino, de porcino, équidos y aves.

“En definitiva –dijo Ramos- el Ejecutivo regional desarrolla durante todo el  año diferentes campañas de saneamiento ganadero y vigilancia de las  explotaciones para controlar la salud de los animales, su buen estado de  cría, hacer frente a posibles enfermedades y garantizar con todo ello  alimentos de calidad desde su origen”.

En total, la Comunidad de Madrid  invierte 5,8 millones de euros anuales al sector ganadero.

Durante la visita, el director general pudo observar la toma de  muestras de sangre de los animales, así como la prueba de la reacción  intradérmica a la tuberculina y la toma de muestras de orina para detectar  posibles tratamientos no autorizados. Estas pruebas permiten detectar los  animales afectados por determinadas enfermedades, algunas de ellas  susceptibles de transmitirse a los seres humanos.

Además, Ramos  presenció los controles de identificación animal y la vacunación del rebaño  frente a la Lengua Azul.

Además de estas pruebas, en explotaciones bovinas se realizan otros  controles como la toma de muestras de pelo, orina, pienso y agua para  determinar la presencia de residuos de sustancias ilegales como pueden  ser los anabolizantes y plaguicidas.

También en el marco del programa de vigilancia de las  encefalopatías espongiformes transmisibles (enfermedad de las vacas  locas) se lleva a cabo la toma de muestras de pienso para determinar el  uso de proteínas animales elaboradas no autorizadas, y una vez  sacrificado el animal, muestras de encéfalos.

Los controles se completan con la inspección de las condiciones higiénicosanitarias de la explotación, la comprobación de la identificación de los  animales, la supervisión del Libro de Registro de la explotación -donde  figuran todos los datos de nacimientos, bajas, entradas y salidas de  animales- y la inspección en relación al bienestar animal.

La Consejería analiza todas las muestras tomadas al ganado en el  Laboratorio Regional de Sanidad Animal de Colmenar Viejo.

Estas  instalaciones, dotadas con la más avanzada tecnología veterinaria,  cuentan con distintos departamentos de química, bacteriología, virología,  serología y encefalopatías espongiformes para detectar posibles  enfermedades en el ganado y avanzar en su erradicación.

Fuente: AGROINFORMACION