Cada año se detectan en España unos 45 brotes de legionelosis, con un total de 1.400 casos

España registra cada año unos 45 brotes de legionelosis, lo que se traduce en unos 1.400 casos anuales, según afirmó el director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Ildefonso Hernández, en un encuentro sobre las políticas de salud y cambio climático celebrado en la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La detección y el manejo de los casos es "tan buena" que, "aunque en la mitad de los brotes no se identifique la causa, el brote desaparece", aseguró.

Hernández reconoció que España tiene "una de las tasas más altas de legionelosis". Sin embargo, la tendencia señala una reducción de su incidencia gracias a que la vigilancia epidemiológica está "muy bien rodada y es de alta calidad", precisó. Sobre el brote registrado en la Comunidad de Madrid, donde los dos últimos casos elevan ya a 31 el número de afectados -entre ellos dos fallecidos-, indicó que asistimos "a una situación esperable" que se maneja con normalidad gracias a la buena coordinación de los servicios. "En un hospital español entra una neumonía y es donde mejor se diagnostica, donde hay pruebas disponibles de todo tipo para ver el antígeno, comprobar si es legionella, si es clamidia o gripe", expuso.

Hernández destacó la importancia de las políticas de prevención en salud respecto al cambio climático, ya que se detectan en España casos de enfermedades consideradas erradicadas hace años, como el paludismo, por el cambio de vectores. No obstante, advirtió de que lo que "más hay que temer" a corto plazo, en el caso de España, son las consecuencias de las olas de calor.

También consideró importante realizar políticas de salud y medio ambiente que, por ejemplo, faciliten la movilidad, para luchar contra la obesidad y también contra el cambio climático. Además, Hernández llamó la atención sobre los riesgos de "adelgazar en exceso" las políticas de Estado respecto a la vigilancia en salud, una medida que ha dado lugar a crisis sanitarias como la de las vacas locas en Reino Unido.

Fuente: CONSUMER