El correcto funcionamiento de la Red de Alerta Alimentaria permite controlar el brote causado por el pollo contaminado
La Ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, explicó en rueda de prensa que los datos notificados hasta ahora por las Comunidades Autónomas confirman que la Red de Alerta Alimentaria del Ministerio ha funcionado correctamente, lo que ha permitido controlar el brote desde el momento en que se activó el pasado 28 de julio y que no se haya producido un número mayor de afectados a consecuencia del consumo de los pollos asados contaminados de la empresa SADA.
Del mismo modo, la Ministra subrayó que su Departamento y las Consejerías de Salud de las Comunidades Autónomas han trabajado de forma coordinada para proteger la salud de los consumidores ante este episodio. Esta coordinación ha permitido que se adoptaran con carácter inmediato todas las medidas necesarias para retirar las unidades que había en el mercado, detectar el origen del brote, informar a los ciudadanos y atender con la mayor celeridad a los afectados.
Protocolo de actuación
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, recibió a las 11,39 horas del pasado 28 de julio por parte de la Comunidad Valenciana la comunicación de varios casos de gastroenteritis atribuidos al consumo de pollo asado precocinado envasado al vacío elaborado por la empresa SADA, supuestamente por un brote de salmonella. Ese mismo día, a las 12,01 (es decir, a los veinte minutos), y siguiendo los protocolos de actuación, la Agencia se puso en contacto con la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, lugar en el que se ubica la empresa, para que tomara las medidas pertinentes encaminadas a paralizar la producción y distribución de estos productos y a investigar el posible origen del brote.
Del mismo modo, y tras analizar todos los datos conocidos con Valencia y Castilla-La Mancha, la Agencia notifica de inmediato esta información a todas las Comunidades Autónomas para que retiraran del mercado todos los lotes de estos productos e informaran a los ciudadanos del riesgo de consumir estos pollos. Entre la recepción de la primera alerta de Valencia y la comunicación al resto de Comunidades transcurrieron tan sólo cuatro horas.La rapidez con la que se activó la Red de Alerta Alimentaria ha permitido que de las 191.000 unidades producidas en los diez días anteriores a la alerta, a día de hoy ya se hayan retirado o devuelto por parte de los consumidores más de 183.000. Esta rápida actuación ha evitado una situación que podría haber tenido consecuencias mucho más graves para la salud pública, ya que se trataba de un producto que había tenido una distribución masiva por prácticamente todo el territorio nacional.
Medidas para mejorar el sistema
A pesar del buen funcionamiento de la Red de Alerta Alimentaria, que actuó con celeridad y eficacia, la Ministra ha incidió en que este lamentable episodio debe servir para extraer conclusiones prácticas de cara al futuro que contribuyan a minimizar los daños a la salud de los ciudadanos. Como recordó la Ministra, el riesgo cero en esta materia no es posible, pero entre todos se debe trabajar para proponer medidas complementarias que aumenten la eficacia de nuestro sistema de seguridad alimentaria.
En cuanto a las competencias del Ministerio, una de las medidas está encaminada a reducir el tiempo de comunicación de las posibles situaciones de riesgo al Ministerio por parte de las CC.AA. para que se active la Red de Alerta en toda España. Los datos retrospectivos que están remitiendo las Comunidades a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica permiten constatar que del número total de personas que se han visto afectadas, alrededor de un 80 % contrajeron la enfermedad antes de que la primera Comunidad Autónoma en detectar el brote (Valencia) comunicara al Ministerio la alerta y se pusieran en marcha todas las medidas de prevención.
Menos del 20 % de los consumos se produjeron con posterioridad a la activación de la alerta, lo que demuestra una vez más la eficacia de las actuaciones puestas en marcha en cuanto se recibió el aviso.Para mejorar la detección de posibles situaciones de riesgo, el Ministerio va a proponer a las Comunidades Autónomas en el próximo Consejo Interterritorial de Salud la revisión del sistema de notificación de enfermedades de declaración obligatoria, regulado en el Real Decreto 2210/1995, para establecer la inclusión de la salmonelosis en la lista de enfermedades de declaración obligatoria y la consideración de todo brote como de declaración urgente al Ministerio de Sanidad y Consumo, aunque no tenga evidencia desde el principio de afectación supracomunitaria (en la actualidad, sólo los brotes que afectan a más de una Comunidad son de notificación urgente al Ministerio).
Con esta medida, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica podrá estar puntualmente informada de los brotes de salmonelosis que se producen en las distintas Comunidades Autónomas, con lo que se acortarán los tiempos de reacción frente a situaciones de toxiinfección alimentaria de carácter generalizado como la que se ha producido estos días.Además, la Ministra ha anunciado que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria va a coordinar con las Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, grandes cadenas de distribución y representantes sectoriales, la elaboración de un protocolo complementario al vigente de gestión de alertas.
Este protocolo establecerá medidas adicionales para estandarizar las actuaciones de información a la población, a fin de garantizar la difusión inmediata y exhaustiva de cualquier dato relevante en el ámbito de la seguridad alimentaria. Además, este protocolo propiciará actuaciones concretas por parte de las corporaciones locales, que tienen un acceso mucho más inmediato a los ciudadanos y un mayor control sobre las ventas que se pueden realizar a través de venta ambulante o mercadillos, para que también estas unidades se retiren de la venta. Y también se incluirán actuaciones complementarias para facilitar el acceso a este tipo de informaciones por parte de personas que no acceden habitualmente a los cauces tradicionales de comunicación, como es el caso de los extranjeros que desconocen nuestro idioma.
Del mismo modo, el Ministerio va a proponer la incorporación de las cadenas de distribución, y no sólo de las de producción, como puntos de contacto del sistema coordinado de intercambio rápido de información (Red de Alerta Alimentaria), para incrementar de esta forma los cauces de información acerca de posibles riesgos para la salud.Además, la Ministra ha recordado que en enero de 2006 entrará en vigor el Reglamento Comunitario 882/2003/CE, relativo al control oficial de alimentos, que obligará a las empresas agroalimentarias a asumir todos los gastos derivados de cualquier irregularidad en materia de seguridad. Entre ellos, se incluye la actividad de información urgente a los consumidores, a través de cualquier medio, para garantizar el conocimiento inmediato de cualquier peligro potencial en la cadena alimentaria.