La Comunidad convierte su programa de cría del águila perdicera en el más eficiente del mundo
El director general de Medio Ambiente, Juan José Cerrón, asistió a la salida de la incubadora de un polluelo de águila perdicera y su introducción en el nido con sus padres para terminar su proceso de cría hasta su liberación.
Al mismo tiempo, durante la operación retiraron del nido paterno otros dos huevos para introducirlos en la incubadora. El director general aprovechó para desgranar los resultados del programa de cría en cautividad de esta rapaz, único en España que mantiene la Comunidad de Madrid y que tras cuatro años está obteniendo
unos excelentes resultados. “El Ejecutivo regional –afirmó- está plenamente concienciado de la necesidad de recuperar las poblaciones de especies en peligro. Y una prueba de ello es el éxito obtenido en la recuperación del águila perdicera, (Aquila fasciata), que casi llegó a desaparecer en la Comunidad de Madrid, después de que hace 25 años hubiera hasta 8 parejas de esta especie”.
Cerrón añadió que en 2010 se liberaron los primeros pollos de águila azor perdicera en la Comunidad de Madrid, procedentes de la cría en cautividad en GREFA y gracias a los ejemplares cedidos por la Junta de Andalucía, para crear el stock reproductor de la especie. El año siguiente se unieron los esfuerzos de las Comunidades Autónomas Navarra y Baleares para la creación de la "Red Bonelli", destinada a la recuperación del águila azor perdicera en la cuenca mediterránea.
“Hasta el momento, se han liberado 14 ejemplares de la especie entre Madrid, Navarra y Mallorca: 7 de cría en cautividad, 5 de los desnides selectivos de Andalucía y dos tras su recuperación, alcanzando una tasa de
supervivencia a día de hoy en libertad del 80 % ”, afirmó Cerrón.
Actualmente continúan los trabajos de seguimiento de todos los ejemplares liberados y gracias al marcaje con emisores satélite-GPS, se están estudiando los movimientos dispersivos y las áreas de alimentación, lo que está contribuyendo enormemente en la recuperación de esta especie tanto en las Comunidades mencionadas como en otras limítrofes y, por supuesto, un mayor conocimiento de esta especie, con el fin de poder garantizar su futuro.
El trabajo prospera de manera notable gracias a un sistema de reproducción consolidado, a un esfuerzo por la optimización de los recursos y al trabajo de un equipo técnico y multidisciplinar que se ha convertido en uno de los más cualificados de Europa. Este programa de cría en cautividad ha demostrado ser el más eficiente de los que se realizan en el mundo.
Los programas de recuperación de especies amenazadas puestos en marcha por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio están consiguiendo resultados muy satisfactorios con especies como el águila perdicera o el buitre negro que ha llegado a las 100 parejas. Entre las actuaciones llevadas a cabo para la recuperación de estas especies destacan la lucha frente a la mortalidad por el uso ilegal de venenos o choques con tendidos eléctricos; la mejora de la calidad de vida del hábitat de estas especies mediante el afianzamiento de las plataformas de nidificación no utilizadas y la correcta gestión y planificación agraria, cinegética y forestal de estos territorios.