Las empresas acusadas en falso por E. coli sobreviven a pérdidas de 3,5 millones
La empresa malagueña Frunet, dedicada a la exportación de hortalizas y que envió la partida de pepino erróneamente identificada como origen del brote, sigue funcionando y está en pleno proceso judicial para reclamar al estado de Hamburgo un total de 2,2 millones de euros como indemnización.
Su gerente, Antonio Lavao, ha asegurado a Efeagro que la crisis "cortó en seco" el ritmo de crecimiento del 40 % que registraba antes de verse involucrada en ella, aunque la solvencia de la compañía le ha permitido afrontar las pérdidas.
El productor almeriense Miguel Cazorla, de cuyos invernaderos ecológicos salió el lote de pepinos comercializado por Frunet, también continúa trabajando con 29 hectáreas de producción de hortalizas y, según sus cálculos, la crisis del "E. coli" le ha costado 1,3 millones de euros.
En su opinión, ha costado "muchísimo trabajo" mantener la cartera de clientes, ya que la campaña contra los productos españoles fue aprovechada por otros países competidores de la cuenca sur del Mediterráneo para "colocar" sus productos en Europa.
Los dos afectados coinciden en sus críticas a la actuación de las autoridades alemanas, que cuya mala gestión informativa convirtió un problema local en "una crisis alimentaria sin precedentes en toda Europa, que puso en duda el sistema en sí mismo", en palabras de Lavao.
También han lamentado que las autoridades españolas no realizasen una defensa más contundente de los productos nacionales en el mercado alemán, así como la insuficiencia de las ayudas aprobadas para compensar a los agricultores, que no llegaron a todos los perjudicados y de las que se excluyeron a las empresas.
En particular, Cazorla ha subrayado que la agricultura ecológica ha sido la más perjudicada en el reparto de ayudas, ya que recibió indemnizaciones similares a los productores convencionales a pesar de tener costes de producción y precios mucho más altos.
El 26 de mayo de 2010, la senadora de Salud de Hamburgo, Cornelia Früfer-Storcks, señaló a los pepinos españoles como la causa del brote infeccioso, lo que hizo que se paralizaran gran parte de las importaciones de verduras españolas, pero el día 31 se descartó tras nuevos análisis que éste fuera el origen de la infección.
Fuente: EFEAGRO