Más de 50.000 galgos son ahorcados, quemados o torturados en España tras acabar la temporada de caza
Al finalizar cada temporada de caza, más de 50.000 galgos son colgados de árboles, arrojados a pozos, quemados vivos, inyectados con lejía, o descoyuntados a golpes en España, según denuncia la Federación de Asociaciones de Protección Animal (FAPA), que ha presentado ante el Ministerio de Medio Ambiente 50.000 firmas para poner fin al asesinato sistemático de estos perros.
La lucha contra el maltrato a los animales es competencia de las comunidades, pero el Ministerio que dirige Cristina Narbona se ha comprometido a incluir este asunto en la agenda de la próxima reunión de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, y organizará una exposición fotográfica que mostrará el martirio de esta raza canina en nuestro país.
La caza con galgo es una modalidad cinegética "desterrada en toda Europa que sólo se mantiene aquí"; señala Cristina García Moreno, presidenta de FAPA. Una variedad "absurda", a su juicio, en la que es el propio animal quien hace las veces de "arma" y cobra directamente la pieza. "Se le considera una herramienta, ni siquiera se ve a estos animales como seres vivos", de modo que, al término de cada temporada, se convierten en "instrumentos" prescindibles para sus dueños, que no quieren cargar con los gastos de mantenerlos una vez aprovechadas sus habilidades. "La filosofía del galguero es el coste cero. Los crían y los tienen todo el tiempo en zulos, a oscuras, alimentados con mendrugos de pan", explica García Moreno.
FAPA, que agrupa más de 20 asociaciones de toda España, reclama la prohibición total de la caza con galgos como único medio efectivo para erradicar el exterminio posterior de estos animales. Ahora espera que se atiendan sus reivindicaciones y, mientras tanto, mantiene programas de adopción de galgos rescatados de la muerte en España y en varios países de Europa, donde en los últimos años han sido acogidos 10.000.
La opinión de la Federación Española de Galgos es completamente diferente. Según esta asociación, adscrita al Comité Olímpico Español, los casos de galgos maltratados "son una minoría, teniendo en cuenta que más de 180.000 galgueros en España cuidan a 500.000 lebreles en todo el país, que son mimados desde que nacen hasta que se mueren".
En cualquier caso, manifiesta su adhesión a la denuncia de FAPA en relación a los maltratos y asegura que ya se está trabajando para "atajar esta desdeñable práctica del mundo galguero". Por último, recuerda que la caza de liebre con galgos es una modalidad que preserva otras especies protegidas que habitan en el mismo ecosistema como la avutarda o el sisón.
La Comunidad de Madrid, dentro del área de protección animal, desarrolla varios programas para evitar el abandono y maltrato de animales y, en concreto para los perros de caza. Para más información, consultar su página web.