Ganaderos españoles demandan a la Comisión Europea por su ineficaz gestión en la crisis de las vacas locas

Miguel López, secreatrio general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), estará presente en el juicio que comienza, en el Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea en Luxemburgo.

En el año 2001, 608 ganaderos (294 catalanes, 149 castellano-leoneses, 70 aragoneses, 28 castellano-manchegos, 14 andaluces, 14 navarros, 10 murcianos, 9 asturianos, 8 valencianos, 5 extremeños, 3 gallegos, 2 madrileños y 2 baleares), liderados por la COAG, interpusieron una demanda contra las instituciones comunitarias en la que reclamaban 19 millones de euros por los daños y perjuicios ocasionados y 2,5 millones de euros por los daños morales, todos ellos derivados de su ineficaz gestión.

Su abogado defensor es el ex-político Miguel Roca. La COAG encargó al bufete "Roca Junyent" el estudio sobre las posibles vías de reclamación contra las instituciones comunitarias por la crisis de las vacas locas y sus efectos sobre la pérdida de renta de los ganaderos. Dicho bufete, después de estudiar el caso y elaborar un informe, concluyó que existía suficiente base jurídica para reclamar la referida responsabilidad; la Unión Europea no tomó las medidas necesarias para atajar la EEB, lo que ha supuesto un "elevado" coste a los ganaderos, por lo que se podía justificar la demanda por la existencia de un acto ilícito (omisión de medidas), daño real (pérdidas) y relación de causa-efecto (la omisión causó las pérdidas).

La demanda concluye que la mala gestión de la crisis por parte de la Comisisón y del Consejo impidió un mayor control de los agentes causantes de la propagación de la enfermedad fuera del ámbito geográfico donde se generó, lo que constituyó la causa directa de la crisis. Existía una base científica suficiente que demostraba que las harinas de carne y huesos eran el vehículo de transmisión de la EEB.