La FAO advierte que el Cáucaso y los Balcanes están amenazados por la gripe aviar
A pesar de que ya se ha confirmado la presencia de la enfermedad en unos 55 países de África, Asia y Europa, respecto a los 45 contabilizados hasta el pasado abril, el nivel de contagio entre las aves de corral ha disminuido casi en todos los países, según los informes de la FAO (Organización de las Naciones para la Agricultura y la Alimentación) . Con todo, el virus sigue propagándose en Asia, especialmente en Indonesia, donde se ha confirmado la muerte de 45 personas. También se han producido brotes en Tailandia, concretamente en una granja avícola de Laos.
Los países africanos no escapan a esta epidemia, como Cote d’Ivoire y Nigeria, donde el Sistema de prevención de emergencia de la FAO ha informado de brotes en fincas avícolas cerca de Abeokuta, capital del estado nigeriano de Ogun, en el suroeste del país. El riesgo descrito ahora en la zona del Cáucaso y de los Balcanes se justifica por el hecho de que la región «constituye una primera estación de reposo para las aves migratorias y porque la producción avícola tiene un papel predominantemente rural y familiar, donde las medidas de bioseguridad son pocas», asegura Juan Lubroth, jefe del Sistema de prevención de emergencia de plagas y enfermedades transfronterizas de la FAO.
La autopsia de dos gatos hallados en Erbil, en Iraq, donde murieron 51 aves de corral, reveló la presencia de una cepa particular del virus H5N1 anteriormente descubierta en aves migratorias en el lago Qinghai, en China occidental, a mediados de 2005. Se trata del primer informe de detección de un virus del tipo de Qinghai en gatos domésticos, según la FAO. Por este motivo, los expertos instan a reforzar los controles, especialmente en los puntos más débiles, como pueden ser servicios veterinarios y laboratorios de los países más pobres.
El virus de la gripe aviar se ha propagado desde Extremo Oriente hacia Europa, el Cercano Oriente y África. La mayoría de los expertos coinciden en que la propagación inicial se produjo a través de las aves silvestres y, posteriormente, al llegar a un nuevo país, la transmisión fue a través del comercio y el transporte de aves de corral. Por este motivo, la FAO y la Organización Internacional de Epizootias (OIE) recomiendan a los países controlar actividades humanas como la avicultura, el comercio y los mercados de aves de corral vivas, así como las actividades a través de las cuales es más factible la propagación del virus.
Desde 2002 han muerto 140 personas en distintos países del mundo a causa del virus. En 2006, causó la muerte de 63 personas, frente a las 41 de 2005, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OIE). Además, más de 220 millones de aves han muerto infectadas o fueron sacrificadas con el fin de contener la propagación de la enfermedad.