Un estudio revela nuevos detalles sobre la gripe aviar en humanos
La enfermedad ha sido vinculada a la muerte de más de 140 personas a nivel mundial, la mayoría entre granjeros asiáticos que vivían en estrecho contacto con aves de corral.
Funcionarios de salud pública han vigilado el avance de la enfermedad pues existen temores de que el virus H5N1 sufra una mutación y se disemine de persona a persona, lo cual podría causar una epidemia global.
Los investigadores estudian el virus con el propósito de evitar su difusión o bloquearla, y para tratar a las víctimas.
Menno de Jong, de la unidad de Investigaciones Clínicas de la universidad de Oxford en el Hospital para Enfermedades Tropicales de ciudad Ho Chi Minh, en Vietnam, informa en la edición del lunes de la revista especializada Nature Medicine que personas afectadas de gripe aviar tenían niveles mucho más altos del virus en su garganta que en su nariz.
Eso es importante pues ofrece a los médicos una mejor manera de diagnosticar la enfermedad, dijo. Es también importante que los médicos puedan detectar el virus en secreciones rectales, como la diarrea. Esa es otra manera en que se disemina el virus y muestra la necesidad de medidas de control de la infección, dijo de Jong en una entrevista por correo electrónico.
"Nuestras observaciones sugieren que un reconocimiento temprano y un tratamiento en las primeras etapas puede ofrecer los mejores beneficios". Reconoció sin embargo que "Un temprano reconocimiento y diagnóstico plantea un desafío para los médicos clínicos".
De Jong y sus co-autores estudiaron 18 personas infectadas con gripe aviar, y las compararon con ocho personas que estaban aquejadas de un virus común de la gripe.
"Nuestras observaciones sugieren que el virus H5N1 se reproduce en el sistema respiratorio a niveles muy altos, muy superiores al virus común entre los humanos", dijo. "Esos altos niveles de virus causan una respuesta inflamatoria muy intensa".
De acuerdo a de Jong, "un vasto daño a los pulmones y posiblemente otros órganos es causado por los efectos directos del virus, y por la intensa respuesta inflamatoria al virus por parte de la persona infectada".
El doctor Wilbur H. Chen, de la facultad de medicina de la universidad de Maryland, en Baltimore, señaló que al parecer, los investigadores liderados por de Jong encontraron información útil vinculada con un diagnóstico rápido de la enfermedad. Chen no formó parte del equipo de de Jong.