Islandia anuncia que retoma la caza de ballenas con fines comerciales
El Gobierno islandés ha anunciado que, por primera vez en dos décadas, retomará la pesca de ballenas con fines comerciales, saltándose así la moratoria internacional que prohíbe este tipo de prácticas. Actualmente, sólo Noruega reconoce abiertamente cazar cetáceos para consumo humano, mientras que otros países, como Japón y hasta ahora Islandia, practicaban las denominadas 'capturas científicas'.
"La decisión de volver a efectuar capturas con fines comerciales implicará la caza de 30 ballenas minke y nueve del tipo rorcual común antes del mes de agosto de 2007", declaró el ministro de pesca islandés, en un comunicado.
Desde el año 1982, una moratoria internacional prohíbe la caza de ballenas con fines comerciales, dado su grave peligro de extinción. Sólo Noruega ha roto ese acuerdo tácito, mientras que otros países, como Japón o hasta ahora Islandia se excusan en las denominadas 'capturas científicas' para seguir pescando estos mamíferos.
En la última reunión de la Comisión Ballenera Internacional, celebrada en junio de 2006, los países defensores de la caza de ballenas, liderados por Japón, ganaron algunas de las votaciones, aunque no lograron levantar la moratoria.
"La economía islandesa es absolutamente dependiente de la utilización de los recursos marinos de los océanos cercanos a nuestro país", señaló el ministro islandés al justificar la decisión. "Ninguna de las especies que vamos a capturar está en peligro de extinción, por lo que nuestra decisión es la más correcta", asegura en el comunicado.
Sin embargo, según Sebastián Losada, director de la campaña de océanos de Greenpeace España, el rorcual común es una especie que está incluida desde hace años en la lista de las especies en peligro de extinción. "Esta es una decisión que nos hya pillado totalmente por sorpresa. Islandia incluso había capturado este año menos ballenas de las que le correspondía por la cuota de capturas científicas, y anunciar la vuelta a la caza con fines comerciales, cuando el país tiene una enorme industria de observación de cetáceos, es una decisión que se les volverá en contra", señaló Losada.
El rorcual común puede llegar a medir hasta 27 metros de longitud y pesar hasta 80 toneladas. Quedan tan sólo unos 50.000 ejemplares en el Atlántico Norte e Islandia va a cazar nueve de ellos.
El responsable de la mayor compañía ballenera islandesa, Kristjan Loftsson, se mostró "encantado" con la decisión gubernamental, a la vez que señaló que la flota ballenera está dispuesta a comenzar las capturas "ya mismo", en cuanto reciban el permiso de forma oficial.
Tanto Islandia como Noruega suscribieron la moratoria internacional en el año 1985, aunque en los últimos años han argumentado en las sucesivas reuniones de la Comisión Ballenera que la población de cetáceos se ha recuperado sensiblemente, por lo que son abiertamente partidarios de volver a permitir la pesca de estos mamíferos.
Noruega decidió incumplir la moratoria en el año 1993, y desde entonces sus pesqueros capturan una media de 1.052 ballenas minke cada año. En Noruega la carne de ballena es un alimento habitual en las casas de los pueblos pesqueros.
Islandia, que en los últimos años ha obtenido permiso de la Comisión Ballenera para efectuar 'capturas científicas', ha cazado unas 200 ballenas minke al año.
A pesar de que con esta decisión Islandia se salta por completo la moratoria internacional, la Comisión Ballenera no prevé ningún tipo de sanción económica para los países que la incumplan.