La Dirección General de Salud Pública y Alimentación presenta su "Diagnóstico de Situación 2006" que aporta un enfoque integral de la alimentación en la Comunidad de Madrid

Como el pasado año, la Dirección General de Salud Pública y Alimentación, a través del Observatorio de Alimentación, quiere unirse a la celebración del Día Mundial de la Alimentación publicando el Diagnóstico de situación 2006 (ver documento completo).

Este documento pretende aportar un enfoque integral de la alimentación en la Comunidad de Madrid desde el ámbito de la Salud Pública y ha sido elaborado en el marco del Plan Integral de Alimentación y Nutrición de la Comunidad de Madrid 2005-2008, cuyo objetivo es garantizar una alimentación segura, saludable y de calidad en nuestra región. ´

Nuevamente presentamos datos alimentarios referidos a la Comunidad de Madrid y en muchos casos se realiza una comparación con el total nacional. Las áreas temáticas abordadas este año son muy similares a las del anterior, si bien hemos incluido algunas novedades, como por ejemplo la alimentación funcional. A continuación resumimos los principales rasgos que caracterizan la alimentación en nuestra Comunidad.

El consumo alimentario en los hogares de nuestra Comunidad no difiere sustancialmente del conjunto del país, excepto en el menor consumo de agua mineral y de pan, que se desvía de la media nacional un 66,7 % y un 22,6 % respectivamente. Los madrileños destinamos un 16 % de nuestro presupuesto a la alimentación (frente al 19,5 % del conjunto nacional), siendo la carne, los productos de la pesca, las frutas frescas y los derivados lácteos los grupos de alimentos que acaparan el 55 % del mismo. En los últimos siete años, se observa un aumento significativo en la compra de frutos secos y platos preparados y un descenso en el consumo de vinos y legumbres secas.

Los madrileños valoramos nuestra alimentación como saludable y equilibrada, cuando la realidad es que consumimos poca fruta y verdura, y un exceso de grasas saturadas de origen animal. Los padres también consideran que la alimentación de sus hijos es muy sana, pero la población infantil consume muchos alimentos con alto contenido en ácidos grasos saturados y/o azúcares simples, y pocas verduras, hortalizas, tubérculos y frutas, lo que favorece el desarrollo de sobrepeso y obesidad en esta población.

Fundamentalmente hacemos la compra de alimentos en supermercados (55,2 % ), mercados y tiendas tradicionales (54,5 % ) e hipermercados (42,3 % ), siendo sobre todo la mujer la que se encarga de esta tarea. A la hora de elegir establecimiento, nos fijamos en su proximidad antes que en la calidad de los productos y en el 79,8 % de los casos compramos siempre las mismas marcas. Casi todos los madrileños realizamos las tres comidas principales del día (más del 95 % ), y entre semana, la comida principal se hace fuera de casa algo más de tres veces (fundamentalmente en el restaurante y en el comedor de empresa).

El consumidor madrileño todavía no acaba de identificar la obesidad como un verdadero problema de salud. El 21,5 % de la población madrileña manifiesta tener algún problema de salud que limita su alimentación, fundamentalmente hipercolesterolemia (25,3 % ), hipertensión (24,1 % ) y diabetes (16,9 % ) y únicamente el 9,9 % considera que debería comer menos grasa para mejorar su alimentación. El 25,6 % de los jóvenes madrileños percibe su imagen corporal con sobrepeso u obesidad y el 20,8 % ha realizado dieta para adelgazar en el último año. Entre la población adulta, el 80,2 % no realiza actividad física con regularidad en su tiempo libre. Aunque los padres se consideran responsables de la obesidad infantil, no lo sienten como un problema que afecte a sus hijos.

El mercado de los alimentos funcionales (caracterizados por su capacidad para mantener o mejorar el estado de salud o bienestar, o reducir el riesgo de aparición de ciertas enfermedades), está experimentando un vertiginoso crecimiento, siendo los yogures, otros lácteos y las bebidas, los que tienen más peso en este sector. Entre los más introducidos están los que contienen esteroles vegetales, los que incorporaran ácidos grasos esenciales, los probióticos y los prebióticos, los que tienen fibra dietética, los que contienen soja y los enriquecidos con vitaminas, minerales y antioxidantes. Los consumidores señalan como principales razones para no comprar estos productos sobre todo la desconfianza en sus beneficios y su elevado precio. En nuestra Comunidad, el 52,6 % de las etiquetas de leches fermentadas y el 59 % de las de los zumos y bebidas refrescantes presentan declaraciones nutricionales y/o de propiedades saludables.

Los temas sobre alimentación y nutrición que más interesan a los madrileños son los relativos a la prevención de las toxiinfecciones alimentarias, la composición de los alimentos y el etiquetado nutricional. Las fuentes de información más utilizadas son los medios de comunicación e internet (33,5 % y 24,7 % ), y las consideradas más creíbles los profesionales sanitarios. Se sigue confiando mucho en los mercados y tiendas tradicionales (7,6 sobre 10), así como en los alimentos más naturales como frutas y verduras, carnes y pescados, productos ecológicos y aquellos que poseen Denominación de Origen. Las funciones que realiza la Administración relacionadas con la alimentación y nutrición se valoran con un aprobado alto (5,6 sobre 10).