Nuevos casos de maltrato animal en la Comunidad de Madrid

Viento (en la imagen) llevaba desde septiembre escondiéndose debajo de los coches de la plaza de Cerezo de Arriba , en Segovia. Alfonsina, una vecina, le quitó en septiembre una cadena con un palo que llevaba colgando del cuello, pero dentro se le quedó incrustada una cuerda fina de nylon negro, que ella no advirtió.

Desde entonces, Viento no se dejaba coger por nadie, hasta que Alfonsina avisó a El Refugio, cuyos voluntarios acudieron a rescatar a este cruce de Pastor Alemán, macho, de nueve meses.

Ante la negativa de Viento a dejarse rescatar, lo sedaron con un dardo anestésico.

Erika y Carlos, mientras paseaban por El Espinar, también en Segovia, vieron a Niebla, una perrita mestiza, de color marrón y tamaño medio, de unos siete meses. Ella se les acercó de forma muy cariñosa, pero ellos se sorprendieron al ver que tenía el cuello degollado.

Erika y Carlos la llevaron a su casa, le dieron comida y agua, y llamaron a El Refugio, que a la mañana siguiente la recogió y la ingresó en una clínica veterinaria madrileña para darle todos los cuidados necesarios.

Por su parte, Ventisca, una hembra de menos de un año, de color marrón, mestiza, y muy desconfiada, venía siendo alimentada por varias vecinas de Mesegar de Corneja, en Ávila, desde hace meses.

Pero hace unos días ellas encontraron que Ventisca tenía un corte tremendo en la parte posterior del lomo, presumiblemente de un hachazo, por lo que una socia de El Refugio se puso en contacto con la organización que acudió a rescatar al animal.

Las vecinas conseguían acariciarla pero Ventisca, muy desconfiada, no se dejaba coger, por lo que otra vez los voluntarios de El Refugio tuvieron que dormirla para poder cogerla.

"La colaboración de los vecinos ha sido imprescindible (...) pondremos todos los medios a nuestro alcance para sacar a delante a Viento, Niebla y Ventisca y cuando estén totalmente recuperados les buscaremos una familia que los quiera adoptar", dijo Nacho Paunero, presidente de El Refugio.

Ninguno de los tres está identificado con microchip.

El último caso es el de 'Spiderman', un cruce de podenco que ha podido ser rescatado por la asociación defensora de los animales 'El Refugio' después de sufrir la brutal estrangulación de sus testículos con un cordón de nylon.

Los vecinos de Villahermosa (Ciudad Real), cuya colaboración fue fundamental, habían denunciado alarmados que el perro llevaba desde finales de octubre abandonado por el pueblo y que de él colgaba una cuerda que apretaba sus testículos, abultados y ensangrentados.

Dado que ni ellos ni la policía local podían ayudarle, ya que no se dejaba tocar por nadie, se organizaron para alimentarle entre todos, pero su estado de salud iba deteriorándose por momentos.

La colaboración de los vecinos ha sido imprescindible, sin ellos el perro habría muerto en los próximos días
En este instante fue cuando Ascensión -vecina de la zona y amante de los animales- y un amigo consiguieron engañarle para meterle en el patio de una casa rural, lugar en el que permaneció hasta que 'El Refugio' acudió en su ayuda tras recibir la llamada.

"La colaboración de los vecinos ha sido imprescindible, sin ellos el perro habría muerto en los próximos días", manifestó Nacho Paunero, presidente de la asociación.

El estado de 'Spiderman', que tiene tres años, era deplorable. Estaba desnutrido, anémico y con fiebre debido a la grave infección provocada por el estrangulamiento.

Según 'El Refugio', este tipo de prácticas sirven para "castrar" de forma económica y brutalmente cruel a los "perros para que no monten a las perras".

El animal permanece ingresado en una clínica veterinaria de Madrid, donde ya ha sido intervenido y se encuentra bajo observación, con pronóstico reservado.

"El estado general de Spiderman era bastante deplorable por una septicemia generalizada procedente de los testículos y la infestación masiva de pulgas. Así mismo tenía graves lesiones en piezas dentales", indicó Maria Pérez, veterinaria de la asociación.

La lesión de 'Spiderman' es una orquitis necrosante "producida por la estrangulación causada por una cuerda de nylon alrededor del escroto", una lesión que según Pérez podría ser de hace bastante tiempo.

"Los hechos pueden ser constitutivos de un delito de maltrato grave de animales domésticos del art. 337 y una falta de abandono del art. 631 del Código Penal, por lo que serán denunciados de forma inmediata ante el Juzgado competente por El Refugio", dijo Milagros Lorente Responsable del Departamento jurídico de El Refugio.

"Los autores del maltrato y abandono (...) podrían ser condenados, entre otras, a la pena de prisión de 3 meses a un año", agregó.