Detectan la presencia de otro molusco invasor en el Canal Imperial, en el Ebro
La almeja asiática, otro molusco invasor de origen alóctono, ha sido descubierto en el Canal Imperial de Aragón por los técnicos de medio ambiente durante los muestreos efectuados para la detección del mejillón cebra.
La almeja asiática, cuya afección medioambiental y económica es similar a la del mejillón cebra pero menor su capacidad reproductora, ha sido detectada en distintas cuencas españolas, además de la del Ebro, como de los ríos Miño, Duero y Guadiana, y está presente en numerosas masas de agua dulce de Europa y EEEUU.
Esta es la primera vez que se localiza en el Canal Imperial, en un tramo del cauce próximo a Grisén (Zaragoza), donde los técnicos buscaban conocer la situación de la 'Margaritifera auricularia', una almeja autóctona del Ebro en peligro de extinción.
Según indicaron fuentes del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, se descubrieron seis ejemplares de la almeja china, que fue descubierta por primera vez en el embalse de Mequinenza (Zaragoza), en el año 2002.
El jefe del Servicio de Biodiversidad del Departamento de Medio Ambiente, Manuel Alcántara, señaló que la 'corbícula fluminea' (nombre científico de la almeja) mide 2,5 centímetros y se parece al berberecho común, aunque con una forma más regular.
Sobre su llegada a Europa y América se barajan, explicó, dos vectores. El primero apunta a que fue consecuencia del trasiego de gravas, y el segundo, tal y como se comprobó en EEUU, a que se extendieron con la inmigración china, pues forma parte de su gastronomía, aunque sólo es comestible si procede de aguas limpias.
Subrayó asimismo que su localización es más complicada que la del mejillón cebra, ya que habita enterrada en superficies arenosas y limosas, pero en grandes concentraciones provoca afecciones similares.
Sin embargo, según Alcántara, el Ebro no reúne las condiciones necesarias para su rápida expansión y acumulación, por lo que en principio se prevé que su avance sea lento y pueda controlarse.
"No hay una situación de alarma", sentenció el técnico de Medio Ambiente, pero advirtió de que en las zonas donde prolifere el daño será complementario al causado por el mejillón, ya que afectan a las superficies blandas y duras de los espacios fluviales, respectivamente.