Se confirma que los 4.000 pollos muertos en Francia no murieron por gripe aviar sino por asfixia

Los 4.000 pollos muertos repentinamente el pasado sábado en una granja del noreste de Francia fallecieron asfixiados, "muy probablemente debido a un accidente de ventilación", y, en ningún caso afectados por la gripe aviar, informó hoy el ministerio francés de Agricultura.

"Los resultados preliminares de los análisis" revelan la ausencia de virus de gripe aviar, según el laboratorio de Ploufragan, donde continua el protocolo reglamentario previsto para detectar el conjunto de infecciones víricas posibles, precisó un comunicado oficial.

Las investigaciones efectuadas y las consultas con expertos veterinarios especializados en la patología aviar llevan a concluir "con toda probabilidad que un accidente de ventilación provocó un alza de las temperaturas y, en consecuencia, la asfixia de los animales", indicó el ministerio.

Las más de 3.000 aves supervivientes, que compartían la misma nave que las fallecidas, continúan en perfecto estado de salud, lo que conforta el diagnóstico veterinario, precisó el ministerio.

En rueda de prensa, el director departamental de los servicios veterinarios, Michel Pottiez, "excluyó completamente" la existencia del virus "influenza aviar" (forma animal de la enfermedad) y 'a priori' el virus HN5N1 (altamente patógeno y transmisible al ser humano) que nos preocupaba".

"Un problema de ambiente, de gestión, de control medioambiental causó esta asfixia y las aves sofocaron", añadió.

El ministerio adelantó ya anoche que tanto las circunstancias clínicas como los resultados de las primeras autopsias efectuadas "no orientaban" hacia un diagnóstico de gripe aviar.

Asimismo, descartó la posibilidad de que se tratase de un brote del virus H5N1.

En un primer momento, antes de que se efectuasen los resultados de los primeros análisis, los servicios veterinarios del departamento de Haute Marne dejaron abierta la posibilidad de gripe aviar y el domingo se activó un plan de emergencia, que, entre otras medidas, prohibía el acceso a la granja afectada, situada en la localidad de Sarrey.