Científicos americanos y japoneses crean terneras inmunes al 'mal de las vacas locas'

Un equipo de científicos americanos y japoneses ha creado una docena de vacas transgénicas que carecen de la proteína responsable del 'mal de las vacas locas'. Los detalles los publica la revista 'Nature Biotechnology'.

Las vacas han sido diseñadas por las compañías Kirin Brewery en Tokio (Japón) y Gemini Science en La Jolla (Estados Unidos) con el propósito de utilizar su sangre para fabricar fármacos para humanos sin peligro de contaminación por esta enfermedad.

Para comprobar la resistencia de las terneras transgénicas a la encefalopatía espongiforme bovina, los científicos han hecho un primer experimento en laboratorio. Expusieron tejido de su cerebro a diferentes tipos de priones dañinos. La enfermedad no prosperó.

En este momento está en marcha un segundo experimento, esta vez en animales vivos. Los investigadores han inoculado proteínas malignas en el cerebro de las vacas modificadas genéticamente. Aún hay que esperar seis meses aproximadamente para conocer los resultados puesto que los síntomas del 'mal de las vacas locas' tardan una media de dos años en aparecer.

La enfermedad de las 'vacas locas' —encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o enfermedad de Creutzfeld-Jakob— está causada por una versión anormal de una proteína conocida como prión. Estos priones defectuosos (se pliegan con una conformación en tres dimensiones diferente a la convencional) estimulan a otras proteínas a alterar su forma de manera similar. No se sabe aún cómo lo consiguen ya que no tienen poder de replicación.

Una variante de la enfermedad que afecta a humanos puede adquirirse a través del consumo de carne de vacuno. La patología provoca daños irreparables en el cerebro que toma un aspecto esponjoso, lo que inspiró el nombre de la patología: encefalopatía espongiforme.

Aún no se conoce la función de los priones en su versión benigna, por lo que los científicos temían que las vacas, al carecer de estas proteínas, no fueran saludables. Por eso evaluaron la salud de los animales a través de un examen clínico detallado hasta los 20 meses de edad. Los resultados indican que las terneras están sanas.

"Los priones no parecen vitales", ha declarado al diario 'The Washington Post', Juergen A. Richt, del Departamento Nacional de Agricultura y Pesca: "De acuerdo con nuestros análisis sobre qué tal comen, cómo les funciona el corazón y su sistema inmunológico, parecen estar bien".