La Sociedad Noruega para la Protección de los Animales (NSPA) impulsó la denuncia, en la que consideraban que son dos razas de perros muy susceptibles a enfermedades, que han sido tan endogámicas durante tantos años que todos los individuos dentro de la raza están genéticamente emparentados y creen que su cría atenta contra la Ley de Bienestar Animal de dicho país