Desde el MAPA se defiende y promueve el concepto de regionalización como base principal para el control de la PPA, al permitir actuar de forma específica sobre las zonas afectadas por la enfermedad y, por lo tanto, de mayor riesgo, en la que se restringen los movimientos de animales y sus productos de riesgo, al mismo tiempo que se mantiene la libertad de movimientos para las mercancías procedentes del resto del territorio de país afectado, de forma que se facilita la supervivencia económica de los ganaderos e industrias localizados en la zona libre