La cepa H7N9 de gripe aviar que surgió en China a principios de este año ha disminuido por ahora, pero se trata de un virus que tiene varias características muy particulares que hacen que sea un patógeno que aún puede dar lugar a una pandemia, según científicos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos
El hallazgo de influenza aviar de baja patogenicidad en una explotación avícola biologica con 11.000 gallinas ponedoras en Utrecht, que cuenta con instalaciones que permiten que las aves dispongan de determinado espacio exterior, constituye un duro contratiempo para el sector avícola holandés
Según los datos que revela un artículo, publicado en la revista 'The Lancet', una de cada tres personas ingresadas en el hospital a causa del virus H7N9, ha fallecido
Esta decisión, en el marco de los planes de vigilancia de la sanidad avícola, se ha tomado tras aplicarse todas las medidas: sacrificio de animales, limpieza y desinfección y haber dado negativos los análisis, por lo que se ha procedido al levantamiento oficial de la zona de seguridad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado a 36 el número de personas que han muerto en China a consecuencia del nuevo brote de gripe aviar, después de que hayan dado positivo las pruebas realizadas a cuatro enfermos fallecidos recientemente
La OMS ya ha aislado varias muestras del virus A/H7N9 para enviarlas a laboratorios internacionales que permitan desarrollar nuevas pruebas de diagnóstico e incluso una vacuna en caso de se inicie una pandemia
Estos nuevos virus H7N9 son reordenamientos en los cuales seis genes internos se derivan del virus aviar H9N2, por lo que los autores del estudio sugieren tomar medidas contundentes en esta etapa inicial, como la vigilancia de huéspedes aviares y humanos, el control de movimiento de animales, el cierre de los mercados de aves de corral vivas y el sacrificio de las aves en las zonas afectadas
En un estudio publicado por la revista médica Lancet, científicos chinos han confirmado que los pollos son la fuente de transmisión de la nueva gripe H7N9, aunque por el momento no hay evidencias de contagio entre humanos