La reciente Junta Interterritorial de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), se centró de manera prácticamente monográfica en la normativa existente en la comunidades autónomas respecto al bienestar animal, una preocupación constante de los veterinarios en la que el colectivo reclama mayor protagonismo para aportar un punto de vista científico y técnico, alejado de posturas radicales y carentes con frecuencia del mínimo rigor