El curso, de tres jornadas de duración, fue inaugurado por el presidente de COLVEMA Felipe Vilas, que destacó la importancia de esta formación para para reivindicar el papel de liderazgo de la profesión veterinaria en la defensa de la salud y el bienestar animal, así como ante cualquier práctica de maltrato animal.
De izquierda a derecha, Felipe Vilas y Juan María Josa Mutuberría, coordinador del curso
El programa del curso ha recorrido con la aportación de diferentes expertos, los aspectos significativos de la situación en que se encuentra el veterinario clínico cuando se enfrenta ante una situación de maltrato animal y la elaboración de comunicaciones, aspectos toxicológicos y forenses, etológicos, legales, así como su implicación con el maltrato hacia los humanos.
Aparte de proporcionar los recursos existentes, se ha puesto de manifiesto la necesidad de un proceso de formación y deliberación conjunta que posibilite la acción del veterinario y facilite la toma ética de decisiones.
Durante el curso se evidenció que la identificación del maltrato animal suele ser un elemento indicativo de otras formas de maltrato más global y más genérico. El papel social de los veterinarios en esas situaciones es fundamental y prestigia a la profesión, pues además de preservar la salud de los animales, también pueden identificar elementos delictivos, que empiezan a tener sus manifestaciones en los seres más sensibles que son los animales y que va escalando hasta llegar a seres humanos.
Antonio Rodríguez Bertos, profesor de la facultad de veterinaria de la UCM, en un momento de su intervención
Coordinado por Juan María Josa Mutuberría y con la intervención de Alfredo Fernández, Antonio Rodríguez Bertos, Arantxa Sanz, Carmen Caravaca , José Sáez, Antonio García Fernández y Álvaro Arévalo, el curso fue valorado de forma sobresaliente por los colegiados´.
